Conociendo la zona ROJA de Bruselas

El pasado fin de semana me acabé de leer el libro que mi hermana me había regalado por mi cumpleaños que me obligaba a meterme pronto a la cama ;). Pero sin el libro ya no tengo disculpas para meterme pronto a la cama, así que me fui de compras al centro a ver que encontraba...

Encontré un par de librerías que tienen libros solo en inglés, el caso es que volvía yo a casa con dos libros bajo el brazo, más contento que “el pipas” (como diría mi aita), y como me había desplazado al norte del centro de la ciudad (nunca había estado por allí), decidí coger una vía alternativa para ir a casa, un tranvía…

Por el camino me encuentro todo un despliegue policial de la leche y delante de mi un hotel totalmente precintado, ni coche ni peatones podían pasar… No es la primera vez que veo esto en Bruselas, cada vez que viene algún “señor” importante, se dedican a cortar media ciudad, pero cortarla para peatones era algo nuevo...

Lo primero que se me ocurrió cuando vi todo el despliegue policial, es que el señor Bush había venido a hacernos una visita, y quién si no podría crear semejante despliegue policial!!!. El caso es que tuve no solo que bordear el hotel, si no que tuve que bordear los edificios y calles que bordean el hotel (pensaba que lo habían precintado igualmente para evitar francotiradores, si es que vaya imaginación que tengo), es decir, 30 minutos andando bordeando y haciéndome camino entre calles desconocidas, cuando podría haber llegado al tranvía en 5 minutos.

El caso es que llevaba yo unos 15 minutos andando y jurando y llamándole de todo al amigo Bush (pensando en poner un post de protesta en el blog que tenía pensado titular “El señor Bush se interpone en mi camino”) cuando me doy cuenta que las calles que atravieso comienzan a tener un tono rojizo por las luces (ya era de noche a eso de las 19.00).

Sigo andando con los mapas en una mano y los libros en la otra, y en el primer escaparate veo a una mujer en ropa interior, y no, no era un maniquí. Delante de mí veo filas de coches atravesando la calle, y muchas luces rojas y escaparates…

No vi mucho más puesto que en 100 metros llegué a la estación norte de Bruselas, donde cogí el tranvía para casa. Y es que la “zona roja” de Bruselas se encuentra a 100 metros de la estación de trenes!!!, Será para dar la bienvenida a los visitantes… (Ahora mis amigos querrán venir en tren jejeje)

Al llegar a casa miré en las noticias para comprobar a ver si había sido Bush el gamberro que había cerrado medio Bruselas, pero esta vez yo estaba confundido. No era Bush, si no un tipejo que se había encerrado en el Hotel y amenazaba con hacerlo explotar… (horas más tarde todo acabó sin heridos).

Por esta vez perdonaré a los policías que estuvieron allí diciéndome todo el rato “Ne pa, ne pa nepa nepa nepa” cada vez que me acercaba a una calle precintada…