martes, septiembre 18, 2007

¿Perdiendo la guerra con la vecina?

Uno de los problemas que se me plantearon la semana pasada fue la vecina una vez más. A pesar de mucho de lo que os cuento, o de lo que Epi os cuenta en sus incursiones, la verdad es que psicológicamente nos afecta bastante en casa. Epi y yo nos encontramos hablando en susurros a las 8 de la tarde. Poniendo la música lo más bajo posible y andando en casa como si de una biblioteca se tratase.

La semana pasada llegó el colmo de los colmos. Me fui a hacer la colada y me encontré el siguiente mensaje:


Otra cartita de amor...

Así que la amiga vecina no se había rendido el sábado pasado en el juego de abrir y cerrar la puerta, si no que llamó al dueño del edificio para quejarse de mi y del ruido de la secadora, de forma que yo gané la batalla y ella la guerra.

Tan enfadado estaba yo que decidí bajar con un libro y quedarme con la puerta abierta allí abajo. Si ella me decía algo la diría que si cerraba la puerta me ahogaba.

Tras 10 minutos leyendo con la compañía de mi ropa, otra vecina (esta vez la de arriba), bajó para recoger su ropa de la lavadora. La mujer leyó el mensaje y hablamos un rato del tema (muy maja esta señora de verdad), ella me dijo que entendía que la vecina debía de sufrir con el ruido de la secadora si dejaba la puerta abierta. La verdad es que me hizo recapacitar y pensar que al fin de al cabo se trata de una mujer con problemas, no se trata de hacer la guerra así que decidí dejar de ser del todo cabezón y me fui de allí dejando la puerta casi cerrada, con una pequeña rendija para que saliese algo de la humedad, así no gana ella y no gano yo.

Una hora más tarde bajé a recoger la ropa, la puerta estaba cerrada obviamente, yo bajé abajo del todo y me di cuenta que me había dejado las bolsas para coger la ropa en casa. Así que subí para coger las bolsas y dejé la puerta de la lavandería abierta (véase, la puerta está a 3 metros de mi casa). Y al abrir la puerta de mi casa, desde abajo oí como la vecina habría su puerta y salía un grito terrorífico "THE LANDLORD SAID YOU MUST CLOSE THE DOOOOOOOOOOR!" seguido de un enorme portazo. En ese momento no pude sin más que imaginármela con la cabeza girando como la de la actriz de la película "el exorcista".


La imagen proyectada de mi cerebro en el momento en el que la vecina gritaba.

Esa tarde tenía invitados a cenar en casa, imaginaros la escena, yo entrando en casa y ese grito de ultratumba entrando al mismo tiempo por la puerta.

Así que cogí la grabadora conmigo tras las pertinentes explicaciones a mis invitados, los cuales ya sabían de mi vecina por mis historias que cuento, pero que de verdad nadie se lo llega a creer hasta que lo vive de verdad.

Bajé abajo con las bolsas, recogí la ropa y la llamé a la puerta. No me la abrió en ningún momento, la pregunté si podía dejar la puerta de la lavandería abierta después de usar la secadora que así no hacía ruido, la respuesta de la mujer comenzó antes de que pudiese acabar mi pregunta, fue contundente "no se puede hablar contigo, márchate, el dueño del piso ha dicho que la dejes cerrada, déjame en paz o llamo a la policía", disculpe señora pero podríamos hablar un momento "márchate o llamo a la policía!", así que me marché de allí, con los pelos de punta, afectado por esta pobre mujer y con la conversación registrada en mi bolsillo. Os voy a enviar la conversación con subtítulos de forma que podáis entender lo que pasó por aquí pero va a llevar tiempo porque tengo que poner subtítulos ya que se oye fatal y no se como hacerlo todavía.

Al día siguiente mandé un mail al dueño del edificio, le expliqué todo con detalle y le dije que a partir de ese día no iba a dejar de hacer mis ruidos de vida diaria por ella. Se acabó con la chorrada y más con una mujer que no quiere hablar conmigo de forma que busquemos la mejor solución.

A pesar de todo, desgraciadamente cada vez que alguien entra en mi casa y hace ruido no puedo más que pensar en si la vecina subirá la semana siguiente a quejarse... y por esta razón y porque sigo casi sin hacer ruido por intentar molestarla lo menos posible, me da la extraña sensación de que la vecina me va ganando la guerra psicológica.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no sería una opción cambiarse de piso??

SSergio dijo...

NO!!!

Bueno, vamos a ver, te voy a contar como veo yo las cosas, por lo que parece te está afectando, así que en lo que dices que ella va ganando por el momento creo que tienes razón.

Así que ahora a cambiar un par de cosas, lo primero y más importante para ´mi es no entrar en su juego (o salir de él, depende de dónde te veas ahora) después de eso haz tu vida normal, si haces ruido pues haces ruido, y ella? FTA!!

Acaso te crees que cuando te visite no voy a ir a cenar a tu casa? y que no vamos a hacer ruido? aunque sea a turnos, pero cenaremos, no? :P así igual conozco a la vecina.

Por cierto, que llame a la policía si quiere, no has hehco nada malo, lo único que puede pasar es que vayan, cojan el chisme de los decibelios, vean que todo es normal, miren a la señora, vean que está chalada y que les ha molestado, llamen a los loqueros, y tú pongas a Mocedades a tope con "le llamaban loca" para celebrarlo :D

En fin, que estaba mirando tu calendario y parece que tiene buenas noticias, malegro de verdad, tengo ganas de ABRAZO FUERTEEE!!! :D

Bueno pequeño, que vaya todo bien, sé feliz, y que no te jodan.

SSer.

Tio Antonio dijo...

Aitor pon el MAGIC las 24 horas a buen volumen y que le den.
Pilla un perro callejero y lo atas con una cuerda al pomo de su puerta.........

Me callo que me vienen muy malas ideas XD
Lo que no puedes hacer por nada del mundo es que te amargue la estancia, asi que plantate y que se busque la vida.