Llevaba planeando este fin de semana desde el mismo día que se anunció el tour de Bruce Springsteen en Europa. Consiguiese entrada o no, yo tenía que estar en Bilbao el día que Bruce iba a hacer sonar su guitarra a menos de 10 kilómetros de los lugares que me vieron nacer y crecer.
Han pasado ya 6 años desde la primera vez que le vi en Gijón, y aunque no es un cantante que me guste especialmente sobre el CD, verle en vivo se convierte en una adicción como así demuestra la locura para conseguir entradas en cualquier concierto de Europa. Todo para ver a un cantante que en realidad no se le suele oír en la radio hasta la saciedad como ocurre con otra “música basura”. ¿Cómo es posible que haya tanta demanda para ir a verle? Es una pregunta que dejo a la reflexión de aquellos que no se decidieron a ir a verle. La gente que le hemos visto en vivo (haya sido por casualidad curiosidad o deseo) sabemos que si se nos pone a tiro otra vez volveremos a ir a verle. Sea lo que sea, allá a donde vaya, salga en la radio o no, ya pueden las entradas valer 10 veces más que ver al resto de cantantes, que se seguirán agotando en menos de 60 minutos.
Rock&Roll
Incomprensiblemente el preludio del concierto ha sido bastante aguado. Por un lado por el agua que no cesa de caer en las cabezas bilbainas y por otro por todos los sentimientos que me traigo desde Bruselas. El sábado me he sorprendido andando por las calles bilbainas sin pararme a pensar en el concierto en ningún momento, sin deseos de conciertos ni ruidos. Los sentimientos de mis tierras me siguen apretando las tuercas, entre ellas ver que cada vez que vengo a Bilbao cambian más las cosas que me rodean y que yo no formo parte de esos cambios.
Pero hoy domingo, después de un día de relax, mimado en la casa de mis padres, quedan 24 horas para el concierto y ya me he puesto nervioso. Espero que Bruce no nos decepcione, que sé que no lo hará, pues tengo más miedo a que nosotros le decepcionemos más.
Nos toca disfrutar de la música, llenarme de su energía en el escenario, y volver a Bruselas preparado para la gran cantidad de cambios que me esperan, entre ellas una mudanza inminente.
Lo creais o no, Epi viene al concierto conmigo :-)
1 comentario:
y ahora que te leo sé que estás en el concierto...
y ahora que me lees sé que lo pasaste bien...
sé feliz pequeño, estés donde estés, sé feliz :D
nos vemos pronto
SSergio.
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