Fin de la mudanza

La mudanza de la semana pasada resultó ser un verdadero “caos”, todo salió bien pero tengo muchas más cosas de las que pensaba, llené cajas y cajas de cosas. Para el transporte, gracias a algún alma caritativa que se ofreció con su coche ;-) (Gracias Ulli) todavía no estoy en la calle arrastrando las cajas.

Estamos entrando en la recta final de año y unido a la mudanza y renovación de contrato, mi tiempo simplemente desaparece, me da la sensación de estar solo trabajando, durmiendo y limpiando el nuevo piso...Pero por lo menos la casa va cogiendo color, y aunque de momento está semi-vacía, apunta muchas mejores maneras que la anterior. No me atrevo a sacar fotos de todo todavía, pero os pongo alguna de la inauguración de la cocina, como siempre, con una tortilla de las de verdad, aunque con los nuevos instrumentos no controlo muy bien y me faltó un huevo.

Como supongo que siempre ocurre, en esta casa no consigo descansar, despues de llegar del trabajo aunque me tumbe en la cama, no siento que sea mi casa todavía.

¿No creeríais que la vecina se iba a rendir tan pronto verdad? Efectivamente. La casa la dejé el viernes y el domingo volví 5 minutos para dejar las llaves bajo las instrucciones del dueño, en 5 minutos que estuve en casa, la vecina aprobechó a colgarme una nueva bolsa de basura que efectivamente... debí de tirar por la ventana desde mi nuevo piso y cayó a su jardín... (sí, yo tampoco lo entiendo). Me pregunto si ahora que no estoy allí me sigue dejando basura y mensajitos :-D

Fotos, fotos, fotos...

La tortilla en pre-producción.


La primera tortilla, ahora la cocina sí se le puede llamar cocina. La cocina por supuesto al fondo.


Sarah, mi nueva compañera de piso preparando un nuevo mueble. :-)