El nuevo vecindario

Mi nuevo vecindario no da tanto juego como en el anterior, o eso parecía, desde ayer se respira un ambiente diferente en las escaleras...

En el segundo piso vivo yo con Sarah y un japonés que vive sin muebles¿?. Siempre sale de casa de traje y aspecto impecable, pero tuve la mala suerte de ver su piso con la policía el día que nos entraron a robar y tiene todo por el suelo tirado, platos de varios días alrededor de la cama, todo un espectáculo. La casa es tan mala que por las noches le podemos oír roncar.

En el piso de arriba ya no sé quién narices vive, he visto desde una familia de albanos, pasando por 5 chicos de Polonia. Ahora parece que vive una pareja con un hijo que corre todos los sábados por la mañana haciendo temblar toda la casa... Estos se van dentro de un mes porque han puesto un cartel de alquiler.

Como os decía antes ahora se respira un ambiente viciado en las escaleras. Cuando vine a vivir a esta casa la única bici en el portal era la mía, el dueño del piso nos dio permiso para aparcarla allí, la solía candar a las escaleras de una barandilla (ver foto de abajo). Al de 5 meses una vecina alemana de estas imponentes que te mira por encima del hombro y que las únicas palabras que te soltará en su vida son un saludo seco y rotundo se compró una bici rosa y me quitó mi sitio así sin más, sin preguntas, sin planteamientos. Yo cabreado puse la bici apretada a la suya y desde entonces parece que dio el brazo a torcer y aparca la bici dejándome espacio a mi en la misma barandilla.

Su novio ha llegado a vivir con ella hace dos meses y con él ha venido otra bici que aparcan candándolas entre ellas. No me importaba porque parecía que me seguían respetando el sitio.

Ayer salí a tomar algo con unos amigos y a la vuelta ya me habían quitado el sitio, saqué esta foto:

A la izquierda mi bici, a la derecha la bici de la alemana en rosa y del alemán en azul. Yo antes aparcaba la bici en el lugar de la rosa hasta que me quitó el sitio y la empecé a dejar donde está la azul, hasta que me lo han quitado...

Mi bici es la de la izquierda, ese pasillo no es muy importante de momento porque va abajo donde están unos almacenes de una tienda que lleva cerrada varios meses. Sin embargo se está acercando peligrosamente el día en que van a abrir la tienda de nuevo y ya estamos en la guerra fría de quién conservará el sitio y quién tendrá que aparcar la bici fuera de casa. Es una lucha ridícula, nunca se me hubiese ocurrido quitar el sitio a un vecino que lleva desde mucho antes que yo aparcando la bici en el mismo sitio. En fin...

Por otro lado el chico del primer piso se pasa la vida en la ventana esperando a que Sarah llegue para entablar conversación. A mi nunca me ha dirigido la palabra. Al parecer empieza a molestar a Sarah hasta el punto de entrar Sarah corriendo por la puerta. Nos ha invitado a todo el edificio a tomar algo este verano, pero nadie ha respondido a su invitación después de dos semanas.

Mientras tanto Epi se frota las manos...