El pasado lunes estaba en Sopuerta en la casa de campo de mis padres y me esperaba un duro día de planes, visitas y cabos sueltos que atar. Sin embargo mi subconsciente necesitaba un poco de aventura y actividad física, así que sin comerlo ni beberlo y antes de sacudirme la cabeza, algo dentro de mi me dijo ya era demasiado tarde... Recuerdo oir cerrarse la puerta de la calle con su familiar "clac" y me resistí a mirarla, sabía que había dejado las llaves por fuera 5 minutos antes para no quedarme tirado en la calle, recuerdo tener una pequeña sensación de duda que desapareció en un instante y ni me paré a mirar para comprobarlo. Al volver a la puerta 30 segundos más tarde como podéis imaginar las llaves ya no estaban allí. Nadie se las podría haber llevado porque en esos 30 segundos no la perdí de vista y en el jardín solo estábamos yo y mis tres perros que no tienen ni idea de llaves ni de puertas. Así que volviendo al momento en el que sacudía la cabeza, me di cuenta de la jugarreta de mi subconsciente, la adrenalina se habría paso y todos los planes del día quedaban automáticamente cancelados, ni siquiera tenía el móvil conmigo para avisar al resto, miré en mis bolsillos y sólo me quedaban las gafas y el reloj...
Y así me quedé encerrado en el jardín de mis padres, jardín al cual no volverían en al menos una decena de horas. Parece de chiste pero las llaves del coche estaban dentro de casa y en el coche había una copia de llaves de casa que podía ver por las ventanillas, pero todo estaba cerrado. Durante la siguiente hora no hice nada más que disfrutar del aire libre y oler la naturaleza, molestar a mis perros haciéndoles bromas que sólo yo entendía y mirando al cielo azul con el contraste del colorido que nos ofrece el otoño en el horizonte.
Más tarde y con la sensación de que iba siendo hora de hacer algo si no quería que la gente se empezase a preocupar por mi, me puse a sopesar todas las opciones y revisar absolutamente todas y cada una de las ventanas y puertas de la casa, al final me encontré con que mi padre se había olvidado de cerrar el garaje. Allí recogí mi bici y la puse a punto durante media hora engrasándola, ajustando los frenos e hinchando las ruedas. Unos minutos más tarde utilicé unas maderas para saltar las dos puertas del jardín (de 2 y 3 metros respectivamente) con la bici y me hice 20km hasta la casa de mis tíos donde se suponía debía ir a comer (y llegué con hora y media de retraso por supuesto). Era la mejor forma de salir del lío sin molestar (todo el mundo estaba trabajando) a nadie y por mis propios medios. La verdad es que incluso recuerdo una pequeña sensación de decepción cuando me di cuenta de que tenía la bici a mi disposición, ya me había hecho a la idea de que iba a hacer 20km andando hasta la casa de mis tíos.
La sensación más extraña del día fue la de salir del jardín de casa sin nada en los bolsillos, parecía irreal, parecía salir desprotegido y cuanto más me alejaba de casa más locura me parecía. Me fui con la bici por pueblos por los que paso muy pocas veces (sobretodo ahora que ya no vivo por aquí), completamente sólo y desconectado del mundo sin que nadie supiese donde me encontraba. Me pasé todo el viaje pensando en lo bien que vivíamos antes sin móviles, sin Internet, y me di cuenta de que echaba de menos la libertad e intimidad que hoy en día nos han robado la tecnología. Una libertad que nos negamos a reconocer, es una adicción de nuestra sociedad.
¿Y qué narices pasó con las llaves?, 3 minutos antes de quedarme en la calle salí de casa para mirar que tiempo hacía y así decidir si ir a correr un rato, al entrar en casa mi subconsciente cogió las llaves y las dejó dentro, supongo que fue un acto reflejo porque no recuerdo ni haberlo hecho, pero por las ventanas podía ver donde había dejado las dichosas llaves.
1 comentario:
Precisamente en Bruselas.
Llegamos al hotel y mi marido dijo "voy a echar la siesta" Y yo fui a ver dnd estaba la salida de incendios (manias q tiene una)y sin verificar si abria por fuera salí a una terraza desde donde bajaba a la calle la escalera de incendios, q por obras en aquellos días estaba desmontada.
Total entre 1.30 y 2 horas allí fuera.
Mi marido roncando ni me echo de menos
Publicar un comentario