Bueno, ya estoy algo más tranquilito en casa después de mi vuelta por París. Allí celebramos el cumpleaños de Esti que fue el domingo, y ya aprovechamos a celebrar el mío, con algo de retraso claro. Qué más se puede pedir de un fin de semana en París… pues agua, viento, frío...
La odisea empezó el jueves, preparándolo todo para salir del trabajo el viernes directamente. La hermana de Esti, como ya me imaginaba, llegó pronto y “sin dificultad” a mi casa, donde habíamos quedado para intercambiarnos los apartamentos. La enseñé los trucos de la casa, cómo cerrar la puerta (que tiene truco), como funcionan la calefacción (que tiene truco) y cómo alimentar a epi. Después de cambiarme de ropa salí corriendo dirección a París, donde estaba Esti esperándome.
El viaje a París lo hice en el TGV, que es el tren de alta velocidad, y realmente quedé impresionado, nunca me había montado y me sentí como un niño montando en avión por primera vez, saqué algunos vídeos pero se ve muy mal puesto que ya era de noche, el tren en algunos tramos va a más de 300km/h!!!!
En el andén me estaba esperando Esti, fuimos a casa y me preparo una cena romántica con pasta, intercambiamos regalos y a descansar que al día siguiente me esperaba un durísimo día en el museo del Louvre.
En el museo del Louvre, un verdadero caos, que si yo gritándole a Esti que se le veía el cuadro que robaba del museo delante del segurata, jaja, eso fue lo mejor ;), fuera coñas, a Esti le encanta el arte, y después de dar una vuelta rápida por los objetos, cuadros, monumentos más importantes del museo, nos fuimos a ver el arte egipcio, el resto de cosas lo dejaremos para otras visitas, pues no era cuestión de saturarse a arte.
El sábado por la tarde fuimos al barrio latino, a cenar y a tomar un café en una terracita, donde me dejé un ojo de la cara.
Al día siguiente solo teníamos la mañana y nos fuimos a dar una vuelta al barrio judío y la catedral de Notre Damme. Comimos algo rápido y a la estación a todo correr, que Esti tenía que coger el tren para volver y trabajar el Lunes, y una hora después era yo quien tenía que coger el tren en la otra punta de París.
En Bruselas me esperaba la hermana de Esti, con la amiga con la que habían estado visitando la ciudad, y tras intercambiarnos las llaves y enseñarme unas fotos, se cogieron el tren para París.
Aaaaaaaaaa, me sabe a tan poco, hemos estado tan solo 48 horas juntos :-(
Esti con los mapas preparando el trayecto en el apartamento de su hermana
Otro punto de vista de la habitación
La brujula que me regaló esti hace más de un año y de la que no me separo, nos sacó de un apuro en el barrio judio!
Esti y yo antes de empezar la ruta en el museo de Louvre (todavía con buenas caras)
Yo intentando posar como el monumento (sin mucho éxito). Se trata de la Estatua del Dios Bes (Arte egipcio)
Esti con Cupido y Pysche o algo así!
El tiempo no acompañaba mucho
El tiempo seguía sin acompañarnos 5 min después
Y por supuesto agradecer la hospitalidad de Leire y su amiga que tienen un apartamentito muy mono, en el cual la sala es lo menos 3 veces más grande de lo que es la mía y realmente me sentía como estar al aire libre después de vivir en el minipiso donde vivo ;), montones de chocolate en la despensa y un escritorio enooooooooooorme que realmente envidié al máximo!, qué más puedo pedir!!!, probablemente si el bolsillo lo permite, repetiré el viaje en el futuro :), ya queda menos para las próximas vacaciones...
2 comentarios:
apa!
yo tb me lo pase genial y me hizo muchisima ilusion ver a Aitortxu
aunque la verda se me hizo bast mas que hiper mega corto, entre el viaje de ida y el de vuelta parecia un kitkat el tiempo q estuvimoss juntos
pero merecio la pena :)
muxsusssss
Joooooooo, esti cuentanos un poco más, tu punto de vista porfi porfi!
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