Mientras las emociones del robo van desapareciendo en lo más profundo de nuestras memorias, los sentimientos parecen no querer olvidar. Con lo poco que nos queda, intentamos volver a la normalidad, sin embargo todavía estamos un poco aterrados y no somos capaces de salir de casa sin antes esconder los objetos más valiosos. Todas las mañanas la misma historia, aunque durante el proceso Sarah y yo siempre nos miramos con cara ridícula, sabemos que eso no va a funcionar. La verdad es que la casa ya no parece un lugar seguro donde almacenar las cosas. Es una sensación terrible a medida que va pasando el tiempo, ...
No hemos tenido ni una sola noticia de la policía, les llamamos hace una semana pero se niegan a darnos información, es confidencial y si queremos saber más del asunto tenemos que ir al palacio de justicia y que nos den el permiso, algo que puede tardar varios meses. Esto es Bélgica y estoy acostumbrado, empiezo a pasar de ellos…
Mi ordenador no ha dado muestras de vida y ya no creo que las de. Probablemente vale más por piezas que al completo. Y en el raro caso de que se lo hayan vendido a alguien probablemente no le deja arrancar en linux (aunque es la que sale por defecto a la hora de arrancar). No creo que vuelva a saber ya más de él.
Y así llegó el fin de semana pasado, con otro viaje relámpago a Bilbao, en el cual me salió todo redondo, no tuve tiempo para hacer el vago, visitando familia y amigos y contando y recontando la anécdota del robo.
El climax de mi suerte llegó el sábado por la noche tomando unas cervezas con los amigos, tenemos uno que es un poco ludópata y siempre está echando a las máquinas tragaperras en cuanto nos despistamos (porque si no le agarramos, más por el aburrimiento a esperarle que por salvarle de ese mundo). Curiosamente, una o dos veces al año, cuando me encuentro una moneda suelta, meto un euro después de él, máximo dos para ver qué pasa, a ver que se siente, nunca siento nada (y eso que me encantan los juegos y siempre intento mantenerme lo más alejados de ellos posible), la verdad es que mi amigo siempre se ríe porque no sé ni cómo funcionan los avances ni los mensajes que salen. Ese día era mi día y como que no quería la cosa la máquina me devolvió 40€ en monedas mientras emitía una estúpida musiquita y la gente del bar me miraba atraídas por el infinito caer de monedas y monedas de los pobres desgraciados que han intentado obtener el mismo premio de forma infructuosa, mi suerte había cambiado... o eso pensaba yo…
Y así volví a Bruselas, con 40€ en el bolsillo y ganas de volver a comerme la ciudad. Mi siguiente paso era comprarme un candado Kingston para ponerle a los ordenadores y así ponérselo un poco más difícil a un posible ladrón que entre en casa (manda narices candar tus propios ordenadores dentro de tu propia casa). Una vuelta por el FNAC y Mediamark me confirmó mis peores augurios, 100€ por dos candados que probablemente sólo van a conseguir entretener a los ladrones unos minutos o simplemente romper para siempre estos portátiles. Pero como la suerte estaba de mi cara, no los compré y he conseguido por 20€ en total dos candados por Ebay... ¿Me ahorré 80€? manzanas digo yo
Pues me tocaba que la suerte volviese a cambiar, como si maldita estuviera esta ciudad, el otro día un viejo amigo se pasó por Bruselas y quedé con él para tomar algo. No llegué un poco tarde como suele ser habitual en mí, sino 40 minutos tarde, he perdido la maldita llave de la bici y casi mis dedos intentando cortar el candado (que no lo he conseguido). Allí parece que se va a quedar para siempre, porque la candé contra el pasamano de las escaleras y por supuesto es el único candado del que no tengo copia porque es un regalo.
Y pensando que era un mal menor, el viernes salí de fiesta, y como siempre hago salgo tan sólo con mi ropa, mi tarjeta de crédito para situaciones de emergencia, dinero y el bono de transporte, aunque ahora dejar el resto de las cosas en casa tampoco me hace sentir mucho mejor. Y otra de esas casualidades, yo no hice caso a los consejos de mi novia que me decía que me invitaba ella a toda la noche y me saqué 40€ de un cajero automático. 40€ que ahora estarán en el bolsillo de algún gracioso, junto con mi bono del metro (4€), y mi tarjeta de crédito con 30€ en dinero "digital"… 74€… Y mi cara de tonto porque no me creo que me los hayan robado, probablemente se me hayan caído y aunque chequeo mis bolsillos 1 vez cada 5 minutos, esta vez no fue suficientemente rápido.
Y es ahora cuando siento esa rabia absoluta, el azar ha vuelto a jugar conmigo, he perdido lo que el azar me ha dado. Me quedo en mi barco, esperando a que cambien los vientos otra vez para volver a alzar mi vela y continuar navegando por estas aguas belgas infestas, llenas de pirañas que sólo quieren mi dinero, hoy todos en la calle me parecen culpables, pero me siento culpable culpándoles, me consuela pensar que tal vez el dinero que gané el pasado fin de semana y el haber perdido todo este dinero es lo que me han costado los cables, todavía me han salido más baratos que en el FNAC… Es la primera vez que pierdo tanto dinero…