miércoles, marzo 11, 2009

Vuelta a Madrid

Mientras la primavera hace estragos por atravesar las nubes, me escapé (forzadamente) a Madrid por trabajo. La expedición la formábamos un irlandés, un griego y un vasco, como si de un chiste se tratase.

Tras aterrizar en Madrid y sufrir el helado viento en nuestras carnes, disfrutamos de un par de días en las cuales podíamos de verdad ver cielos azules, increíble, el cielo azul se está convirtiendo en Bruselas en uno de los caprichos más deseados.


Madrid!
A madrid!

Durante los dos días que duró mi estancia en Madrid me tocó hacer de intérprete para comprar aquí, ir allí, taxi, hotel, restaurante, blabla, accedí encantado y mis compañeros miraban asombrados a la cantidad de gente que hay por todos los sitios, no estamos ya acostumbrados a ver a tanta gente, Bruselas es mucho más pequeña, y sobretodo a "altas horas de la noche", es decir, a las 9 y media de la noche. No os podéis de verdad imaginar cuando fuimos a un bar de tapas y me decían "Aitor, ¿no crees que es muy tarde?, ¿no habrán ya cerrado la cocina?" Y como se quedan asombrados de ver como hay mucha más gente cenando cuando nos marchamos de allí (sobre las 10.30) que cuando entramos

He estado más de media docena de veces en Madrid pero esta vez ha sido la primera en la cual me he quedado a dormir. La ciudad me sorprendió gratamente no estaba ya acostumbrado a encender una televisión ajena y escuchar mi idioma, eso sí, cada vez que me choco con alguien en la calle esté donde esté, siempre digo "Pargdon!" (en francés) y luego sin mirar atrás frunzo el ceño e intento infructuosamente cambiar el chip de mi cabeza mientras me imagino la cara de sorpresa de mi víctima.

Una de las tardes pude escaparme de mis compañeros de chiste de trabajo y dos de mis amigos vinieron a hacerme una mini-visita, por un lado SSergio que todavía me debe un viaje a Bruselas (y yo otro a Madrid en condiciones) y Rubén compañero de sondas que ya ha estado un par de veces conmigo en Bruselas.


Rúben Sandra y Yo
Rúben, Bélen y yo.

SSergio y yo
SSergio!

Demasiado ensimismado debía estar yo, que ni me escapé por la noche a hacer fotos, increíble, dos fotos había en la cámara a la vuelta (las dos de arriba). Me quedo con los sonidos, olores y colores de Madrid, no recordaba la ciudad tan viva.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bien suena eso que cuentas. Una ciudad viva. Echo eso casi tanto de menos como el sol. Disfrútalo.

dragonfly dijo...

Mmm así que has estado por los Madriles :) Aix, mi ciudad

Madrid nunca duerme. Sobre todo por el centro. A veces se me hace demasiado grande, pero me gusta. Y el cielo azul es impresionante.

Un saludo

Falete dijo...

Jeje, me ha gustado esta entrada. Es cierto, el cielo azulado es un capricho para los que vivimos arriba de los pirineos.
Y lo de cambiar el chip, la televisión, etc... al final, volver al país se hace como una película, y nunca te crees que acabas de llegar. saludos.