Cuanto más mayores nos hacemos más perdemos la capacidad de sorprendernos o de encontrar cosas que nos maravillen y nos hagan literalmente abrir la boca y poner los ojos como platos.
Envidiamos a los niños por esta capacidad de ilusión, sin embargo nos consolamos con las emociones que nos transmiten al ver estas expresiones.
Mi sobrino Aimar puso esta cara al ver saltar y parpadear el pequeño flash mecánico de la cámara, parece ser que era la primera vez que veía algo así, a mi casi se me cae la baba. La siguiente escena os la podéis imaginar, Aimar intentando coger la cámara y los dos tirando de ella! Esto no se toca! :-D
Me pregunto cuándo fue la última vez que yo puse una expresión similar...
5 comentarios:
¡En el ensayo general de la quedada!
venga hombre ,no seas así y déjasela un rato jajajaj
Pues no sé cuándo habrás puesto esa cara por última vez, pero tu sobrino se parece una bararidad a ti :D
Es cierto que es increíble la capacidad de asombro de los niños. Cierto, tu sobrino se parece a ti.
Te echamos de menos el sábado, pero repetiremos, no? Que éramos muchos y no pudimos hablar con todos. Bilbao sigue como siempre?
jeje, que nooo, mucha gente me dice que se parece a mi pero si comparo mis fotos de pequeño no nos parecemos casi nada!
Bilbao como siempre, me quedé con muchas ganas el sábado, a ver si hacemos algo parecido pronto ;)
Publicar un comentario