lunes, agosto 01, 2011

Aitorrrrrrrrrrh, ¿¡Qué * has puesto aquí!? Fueraaaaah

Con estas palabras conocía Sarah la bici que me debería llevar hasta Bilbao, mi sonrisa de orgullo se deshizo en pedazos a la velocidad de la luz.

La bici que me llevará a casa
¿Y la rueda que falta? Pues debajo de mi escritorio en la otra punta de la casa.

¿Dejarla en la calle? Ni hablar que ya hemos perdido dos bicis en este país. Nuestra casa es demasiado pequeña así que tras arduas negociaciones, he conseguido mantener la bici en el rincón que Sarah usa para pintar por tan solo cinco semanas, ni una más. Evidentemente la bici dejará ese lugar en una semana, posiblemente con alguna mancha de pintura.

Está tan aprisionada que me resulta tremendamente incómodo sacarla de casa, estos días estoy utilizando mi otra bici "bruselense" para ir al trabajo y entrenarme un poco, sobretodo el culo que siempre resulta lo más incómodo y doloroso los primeros días. El pasado fin de semana, ya con más tiempo, le hice la "vuelta de instalación" con todos los apéndices metálicos instalados (pero sin bolsas) y dándome una vuelta hasta Lovaina, esto me sirvió para sacarle una larga lista de cosas a mejorar o arreglar, algo que ya resulta incluso desesperante a estas alturas, sobretodo para mi bolsillo.

La primera semana de viaje va a ser una pesadilla, familiarizándome con todo el equipo incluyendo mi propio cuerpo y el país que me toque visitar. Las incógnitas son muchísimas, pero creo que esa es una de las razones de este viaje.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pues es una buena bici,una specialized, no la dejes en la calle que desaparece seguro.
Buena suerte desde Rusia
Javier

Ainhoa dijo...

Mucha suerte en tu aventura