Durante mis vacaciones en Bilbao una de mis principales preocupaciones era mi compañera de piso en Bruselas… Como probablemente recordareis (Ver fotos) durante las vacaciones anteriores Maria Antonieta casi no sobrevive. Cuando regresamos Epi y yo nos la encontramos muy triste y totalmente mustia, realmente pensamos que se había muerto. La falta de agua y de mimos...
Durante las últimas vacaciones Epi decidió no venirse conmigo, se quedó para cuidar a Maria Antonieta (había gato encerrado), porque nunca mejor dicho, últimamente se monta juergas con el gato de la vecina, y por lo sucio que está probablemente ha pasado más tiempo fuera de casa que dentro de ella.
Aún así parece que algo la ha cuidado porque aunque con no muy buen aspecto, Maria Antonieta estaba perfectamente sana cuando llegué. Por si Epi se olvidaba, le clavé una botella de agua pequeña bocabajo y sin tapón (Consejo de mi aita), y parece que ha funcionado. ¡Ojo! no hay que quitar méritos a Epi, sin él probablemente la botella se habría caído o algo incluso peor. ;)
Ahora a ver si conseguimos que saque alguna flor de felicidad como ya lo hizo la pasada primavera.
Imagen tomada el 23 de agosto del 2006
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