Vuelta al frigorífico en el 2009

Como cada año me he tomado las vacaciones más largas del año para visitar a los míos durante las navidades. Pensaba haber escrito algo desde allí, pero por alguna extraña razón solo me dan ganas de escribir desde este otro lado de Europa, así que un año más mi blog se cerró por unas gustosas vacaciones, tal vez sea por eso de que desde casa los míos ya saben lo que hago sin necesidad de visitar mi blog.

Hoy he aterrizado en Bruselas y no parece la misma ciudad que dejé en el 2008. Está cubierta por un manto blanco de hielo, que no nieve. He mirado en el historial del aeropuerto y en las últimas dos semanas no han subido de los cero grados, lo más increíble es que ayer se consiguió la mínima del año (y de lo que llevo en Bruselas) con 14 grados bajo cero. Me lo he perdido por 9 horas, lo mínimo que mi piel ha llegado a sentir fue 8 grados bajo cero en estas mismas latitudes hace ya 3 años.

Ahora me toca deshacer las maletas y ver qué narices le ha pasado a mi coche que ha dormido en la calle y probablemente se ha quedado pegado al suelo, y qué narices le ha pasado a Franky que después de 20 días currando e informándome del estado de la casa durante todas las vacaciones ayer perdí el contacto exactamente hacia las 10.25 hora local y no se ha vuelto a saber nada más de él desde entonces. A ver si hago una pequeña selección de fotos de las navidades y las pongo en el blog que algunas no tienen desperdicio. Ahora salgo otra vez al frigorífico Belga a saludar al coche...