miércoles, mayo 13, 2009

Lier y Zimmer, la locura y la genialidad

La luz primaveral viene acompañada de la sonoridad matutina que despierta hasta las almas más perezosas. Algo que sufrimos como poco los desterrados en estas casas de cartón. Muchas veces maldecimos, otras menos lo bendecimos pues te obliga a aprovechar un bonito día soleado. Este año parece que Eolo se está apiadando de nuestras humedecidas almas.

Así que catapultados de la cama, nuestra última excursión nos llevó hasta un pequeño pueblo flamenco llamado Lier (33.000 habitantes), meca de almas eruditas ávidas de observar el arte mezclado con el ingenio. Y es que Lier no solo es un pueblo flamenco, también dispone del aparato mecánico que más me ha impresionado de este país. Hablo de la torre Zimmer.


Lier
Lier se encuentra a 40km al norte de Bruselas.

La torre de Zimmer (Zimmertoren o Tour Zimmer) fue construida por un belga relojero y astrónomo aficionado bastante maniático llamado Louis Zimmer. Como cualquier otro astrónomo amateur, se pasó la vida observando el cielo y las estrellas y como buen relojero también le entró la locura de buscar la periodicidad de todos los eventos que le rodeaban.


Lier
La catedral de Lier desde las afueras de la ciudad.

Lier Zimmer
La inigualable torre de Zimmer.

Posiblemente se trataba de un gran defensor del determinismo (ojo, pura especulación mía) entre cuyos máximos defensores se encontraba el mismísimo Einstein. Pensaban que si pudiésemos saber el estado y posición de todas las partículas del universo podríamos llegar a predecir el futuro y el pasado, llegando así a saber con antelación incluso las reacciones de las personas que nos rodean, y por lo tanto llegando a la horripilante idea de que cada uno tiene un destino siempre predeterminado. Algo que los astrónomos aficionados tendemos erróneamente a sentir con un cielo casi siempre tan predecible.

El caso es que la locura de Zimmer llegó tan lejos que se permitió el lujo de generar arte, arte tecnológico/mecánico. En una de las plazas centrales y más bulliciosas del país (es un pueblo muy conocido por su vida nocturna) se puede observar un reloj con 13 paneles (no debía de ser muy supersticioso), en los cuales se pueden ver desde la hora, hasta la des-sincronización de los días con la revolución alrededor del Sol, todo ello pasando por la posición de la luna y sus fases, las mareas, meses, estaciones, signo de zodiaco etc… Y todavía más increíble es entrar en su interior (por solo euro y medio) y ver en la primera planta el estudio astronómico que creó. Al entrar en la habitación oyes el “click clack” (como el principio de la película regreso al futuro) de cientos de relojes y te encuentras con un planisferio en el techo que se mueve a medida que van pasando las horas del día, y en las paredes, decenas de relojes donde vienen indicadas las posiciones de los planetas, sus rotaciones, las mareas en diferentes puntos del mundo, e incluso un reloj midiendo la precesión del eje terrestre, aguja que tarda la friolera de 28.000 años en dar una vuelta y que dicen que se trata de la aguja más lenta del mundo.


Lier Zimmer
En detalle los 13 diales, empezando por las 12 y en el sentido de las agujas del reloj los diales indican: (La fase de la luna (luna llena ese día), la periodicidad de la luna con respecto a los días del año (la aguja tarda 28 años en dar una vuelta), la diferencia de la hora oficial con respecto al retraso de la órbita terrestre (y por tanto los años bisiestos), constelación sobre la cual está el sol (zodiaco), no recuerdo, no recuerdo, La parte de la tierra que mira al sol en ese momento, el mes, el día del mes, estación del año, la marea, no recuerdo.

Lier Zimmer
Yo en el estudio astronómico, increible! A mi izquierda se ven las posiciones de los planetas, plutón está abajo y se mueve un centrimetro al año, a mi derecha la posición de la luna, y luego decenas de diales con decenas de cosas.

En el último piso se puede observar la mecánica del reloj principal de la torre, es simplemente y magníficamente impresionante, todo lleno de cables y engranajes, y lo mejor, todo controlado desde un ÚNICO reloj central, puro arte mecánico e ingenieril. Si el reloj se atrasa se retrasan todos los diales.

Einstein ha sido también uno de los personajes que visitó éste lugar, pero por desgracia para ellos y por suerte para nosotros, Einstein y Zimmer estaban equivocados, Heisemberg demostró años más tarde con la teoría del indeterminismo y la física cuántica que finalmente somos libres en nuestras elecciones gracias a esa aleatoriedad/ruido que tanto apreciamos al salir a la calle.

Zimmerman, ese genio-maniático-artista loco.

Volviendo al pueblo y siguiendo mi probablemente injusta escala de belleza, Lier me pareció un mini-Gante, con su canal en el centro, calles con adoquines, bicis de aquí para allí. Aunque tampoco le llega a su sombra. Lier dispone de una enorme catedral que llama la atención pero que nunca estará a la altura de las de Gante. Su plaza central (Grote Mark) está ensombrecida por un parking en el centro de la misma.

Con ayuda de las bicis nos desplazamos a los canales exteriores para hacer uso de un merecido descanso sobre la hierba y en compañía de los patos, cisnes y ¿¿un gallo??.


Lier
La plaza central y por desgracia... el parking a la derecha.

Lier
El canal pasando por el centro.

Lier
Esta foto me recuerda mucho a Gante, pero no, es Lier.

Lier
El canal que rodea la ciudad, allí comimos y descansamos.

Y finalmente buscamos en los supermercados infructuosamente una cerveza autóctona del pueblo (Caves) que en su día fue muy famosa y que ahora parece pasar por una mala racha. Al final la encontramos en un pub perdido después de varios intentos. Todos los pueblos de Bélgica parecen tener o haber tenido producción autóctona de cerveza y desde este momento hemos decidido que nos llevaremos de cada ciudad visitada un par de cervezas de trofeo.


Caves
El trofeo más preciado, la cerveza Caves hecha en Lier.

Y así volvimos a casa, con el tick tack del reloj de Zimmer en mi cerebro, 2 cervezas Caves made in Lier, y una multa de 15 euros por haber aparcado el coche 30 minutos de más, OUCH!

7 comentarios:

Mexiñol dijo...

Te felicito oye, impresionante lo del reloj. Algo que me gusta de Europa es que en 40 kms puedes visitar cosas realmente interesantes, del otro lado del mar haces 40 kms nada mas para ir al currelo.

Lo de la cerveza me parece bien, pero la probaste??? o solo es para la colección.

Anónimo dijo...

Muy buena esta entrada! Me he enganchado a tu blog

Bultza dijo...

Santy, creo que las cervezas las voy a probar y hacer colección.

Hemos abierto una y puf, no soy un experto pero bueno, mi descripción es una cerveza negra con un sabor muy característico, a primera vista parece que es cerveza mezclado con algo dulce, es muy dulce y amarga a la vez,

he leído en internet que es una cerveza de mucha fermentación y que no usa ni azucares ni conservantes en la fermentación, lo que quiera que signifique eso para la propia cerveza.

Gracias anónimo!

ektwp dijo...

Genial relato. Y el reloj impresionante.
Escribe un libro con estas escursiones,que ya tienes un comprador!

Charlotte Harris dijo...

Hey, me apunto Lier!!!
Tiene buena pinta, la verdad!

Yo tmb compro tus relatos belgas!
Eres el Kirai de europa! :D

Bultza dijo...

Me vais a ruborizar!, jeje, no, no vale hacer la pelota para luego recibir una copia gratis ;)

Lier es preciosa y está a tiro de piedra de Bruselas, no os la perdáis

Josel3 dijo...

A mí también me gustó mucho Lier cuando estuve, no me traje birra pero probé unas "pastas" típicas (o así las vendían en una pastelería) bastante buenas :D La torre es, desde luego, un descubrimiento :)

La lista de cancionessssssss