La nieve llegó tarde pero en demasía. Bruselas se ha puesto el velo blanco durante la esta última semana y nos ha dejado imágenes preciosas y sin duda situaciones para recordar, el caos, como siempre, nos acompañó tras las tormentas de nieve. Pocas veces me había a mi coincidido tanta nieve por aquí.
Ayer cayó una nueva tormenta de nieve y aprovechando que era fin de semana me cargué la cámara a la espalda y me fui a hacer fotos del mercado de navidad.
Por desgracia ocurrió algo que nunca antes había visto. Mientras la gente luchaba con la nieve y yo intentaba proteger la lente de los copos, la nieve dio paso al agua-nieve y el agua-nieve a la lluvia. Media hora después toda la nieve se convirtió en un suelo pastoso y el color blanco desapareció de la ciudad, ni siquiera me dio tiempo a llegar al final del mercado de Navidad. Al parecer la tormenta traía una bolsa de agua caliente, a mi me dejó estupefacto y helado, húmedo hasta los huesos. Con la lluvia la cámara me empezó a hacer cosas raras y decidí apagarlo todo para evitar males mayores. Esa tarde por primera vez esta semana, los termómetros pasaron por encima de los 0 grados. Os dejo con algunas imágenes de cómo empezó la tormenta (todo lleno de nieve) y al final ya con la lluvia en la Grand Place donde la nieve desaparecía a gran velocidad.
La noche se presentaba hermosa en medio de la tormenta de nieve.
Intenté sacar la misma foto que hace un par de semanas. Por desgracia los puestecitos de alrededor no estaban abiertos, ¡mala pata!, el mercado estaba a pleno rendimiento (al fondo) y aquí la nieve ya había pasado a ser "agua-nieve".
La Grand Place comenzaba ya a perder su manto blanco.
Y nosotros nos tomamos la obligadísima foto de navidad en la Grand Place :).
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