Dejarme en paz por favor...

... con esta frase colgaba el teléfono a un belga hace precisamente cinco minutos, en realidad creo que se lo decía a todos los belgas. Está siendo una semana difícil para mi en términos burocráticos.

La semana pasada recibí una llamada de un número desconocido, contesté y resultó ser una voz nerviosa masculina hablando muy rápido en francés. Se identificó como parte del marketing de Numericable (mi proveedor de Internet y televisión), empezó repasando mis números, lo que yo pagaba y el servicio que tenía contratado, le dije que sí a todo y que hablase más despacio, me soltó una parrafada super-rápida diciendo que por 10€ menos al mes me ponían una línea fija de teléfono en casa, más velocidad de Internet y más canales de televisión, en resumen una nueva superpromoción, pero que tendrían que venir a mi casa y cambiar mi modem/router y poner un teléfono. Le pedí que lo dijese más lento que no lo entendía todo y lo volvió a decir todo todavía más rápido. Me di cuenta de que probablemente era algún tío metido en un pobre cubículo con un tiempo limitado por cliente o que le daban prima por respuestas positivas así que no había forma de hacerle hablar más lento. Le dije que lo sentía pero que no lo entendía todo y que me diese una URL donde podría mirarlo y me dijo que no, que no había URL que era una promoción interna pero que me enviaba un correo a casa con toda la información. Le dije que sí pero siguió soltando parrafadas enormes, me estaba haciendo perder el tiempo en el trabajo así que le dije “au revoir” y colgué.

Al día siguiente me llaman de un número parecido y veo que me habla la misma persona, cuelgo sin decir nada como si hubiese cogido y soltado por error.

Al día siguiente me llaman y no cojo porque estaba de reunión.

Al día siguiente llaman y cojo, no estaba ya seguro de si se trataba del mismo número, ¡gran error!. Otra vez la misma voz me pregunta que a ver cuándo me envían a un técnico para instalar en casa la nueva promoción. Le digo que yo no he encargado nada hasta que no lo viese por escrito pero no consigo acabar las frases porque estaba mezclando el francés con el italiano, el español y el inglés, evidentemente el tío no me entiende y me vuelve a contar el rollo de que si confirmo me ahorro 10€ al mes, que me dan esto y lo otro y lo otro. Entonces le digo que no me interesa que quiero seguir pagando lo que pago (60€) y me insiste como si yo estuviese loco. Le digo que no por favor que no insista que no quiero y me responde que diga que sí a la confirmación de una vez y le respondo “Dejarme en paz por favor” (en castellano) y cuelgo.

Supongo que muchos pensaréis que estoy loco, que podría ahorrarme 10€ al mes, o 120€ al año y tener una conexión más rápida y tener más canales de televisión y una línea fija de teléfono. Pero es que hacer todo esto me supone:

• Coger un día de fiesta en el trabajo para que venga el técnico a instalarlo todo en casa porque en Bélgica el servicio técnico trabaja de 9 de la mañana a 4 de la tarde y no te dan cita porque vienen de otras citas, tienes que cogerte el día entero de fiesta y eso son más de los 10€ por los próximos 10 meses que voy a estar en esta casa (como máximo). Aquí saldría perdiendo. Ya lidiaré con nuevas y estúpidas promociones cuando me cambie de piso.
• Me cambian el modem y el router (me dieron un router-modem gratuito y tuve que ir a sus oficinas y pagar 50€ para que me diesen el modem viejo a secas porque el router que me dieron se ‘colgaba’ cuando habría cualquier aplicación p2p, algo muy típico de los routers malos, por algo me compré un router caro para mis cosas) No quiero ni tirar mi viejo super-router ni que se lleven mi modem viejo.
• Las velocidades de Internet aquí son más rápidas que en España (aunque ya no hay tanta diferencia como antes), no necesito más velocidad, los videos de youtube o cualquier streaming se ven sin cortes, mis llamadas por Internet se producen sin cortes y me puedo bajar un CD de Ubuntu en menos de una hora, el problema de Bélgica es que te cobran por ancho de banda, es decir, yo pago por descargarme como máximo 30gigas al mes, si me paso un poco tengo que pagar 10€ extra y si me paso 10Gigas me cortan la conexión hasta el mes siguiente (solo me ha pasado una vez en 3 años). Yo no soy de descargas compulsivas, y con 20gigas tengo de sobra al mes pero aquí las promociones van así (1G al mes, o 2G por el doble de precio o 4 Gigas por el triple de precio o 30G por el cuádruple de precio, no hay un dichoso término medio de 10G o 20G). Me pueden subir toda la velocidad de Internet todo lo que quieran QUE NO ME INTERESA lo que yo quiero es más ancho de banda, algo que en España no pasa en ninguna compañía.
• No veo la tele, solo veo algunos deportes en directo, alguna vez las noticias y algunas películas en el canal flamenco. No necesito más, lo que eche en falta lo descargo.
• En Bélgica los expatriados nos movemos por móvil. Si necesitamos una línea barata para llamar a nuestra familia en nuestros países de origen utilizamos "voz por ip", es decir, llamamos por Internet que las llamadas nos salen entre gratuitas o hiper-baratas. Un teléfono en casa no me sirve para nada más que para que el que conozca el número me localice cuando tengo el teléfono móvil apagado para que no me localicen.
• Estoy seguro que es una promoción típica de las cuales después de x meses tienes que pagar 20€ más al mes.

Para colmo he trabajado de autónomo en Bélgica una temporada y el contable me viene la semana pasada con problemas y pidiendo 600€ cuando ya había cerrado todo con él hace 2 años (en el 2007 sí). En fin, esta otra historia está todavía a medias así que mejor no comento nada más de momento.

Y por eso todavía dudo si el “déjame en paz por favor” se lo he soltado al belga o a Bélgica entera. Y sí, lo siento por el belga que me ha llamado que lo único que intentaba era ganarse su sueldo infrahumano en un cubículo explotado y hablando sin parar durante horas repitiendo las mismas frases. No es culpa suya, es solo que odio la burocracia en general (eso lo llevo muy mal) y en Bélgica la burocracia es mucho peor, de verdad, mucho peor que en España.