viernes, agosto 07, 2009

La odisea de cenar

Después de un duro día de turismo a uno le apetece acabar el día con una buena cena. Los que somos del sur (por lo menos sur de Europa) tenemos unas costumbres muy extrañas para los belgas... o bueno... tal vez sean los belgas los que tienen las costumbres extrañas.

El pasado fin de semana nos encontrabamos de turismo en las Árdenas belgas (el monte en Bélgica) y sobre las 20.30 salimos del hotel en busca de algún restaurante. Gran error. Tras 20 minutos de indecisión y de haber cruzado la frontera con Alemania y Luxemburgo, entramos en un restaurante en el cual hacía 5 minutos que habían cerrado la cocina, ya no servían a más gente. ¡¡¡Todavía no eran ni las 21.00!!!, sin saberlo habíamos entrado en una espiral que nos alejaba de la comida con cada minuto que pasaba. Volvimos a territorios belgas, visitamos unos 7 u 8 restaurantes más, algunos con gente todavía cenando, otros ya vacíos, en todos habían cerrado la cocina.

Al final un alma se apiadó de nosotros y nos dió la dirección de un centro de recreo para jóvenes (sala de máquinas, bolera, karting) donde era posible cenar algo hasta media noche. Una vez allí nos pusimos las botas (hamburgesa y pizza), la cena romántica tuvo que ser aplazada aunque he de reconocer que después de creer que pasaríamos la noche en ayunas, aquella cena me supo a gloria.

La primera ley del viajero debería ser conocer y respetar la cultura de aquellos sitios que visita.

En Bruselas puedes encontrar sitios donde cenar hasta media noche, pero si de verdad uno quiere intentar pasar por un autóctono debería considerar adelantar sus horiarios (comer a las 12.30, cenar a las 19.00), sobretodo si uno se aleja de los centros turísticos.

Y es que es casi delito que me haya pasado esto a mi que llevo casi 4 años viviendo por estos lares.

4 comentarios:

Ainhoa dijo...

En los centros turísticos son ellos los que se adaptan,claro. Si no, nos toca adaptarnos a nosotros.De recuerdos así, se me viene a la mente una vez que un poco antes de las 16:00 de la tarde buscábamos un sitio para tomar café en Luxemburgo un domingo y no hubo manera, iban cerrándonos todo en las narices.

Charlotte Harris dijo...

Es que por mucho ke pase el tiempo, nunca dejaremos de ser novatillos x allí...

Mexiñol dijo...

Algo similar me pasó en un viaje de trabajo en Durango (México), ahí cerraban cocina a las 9:30, así que terminé en el superemercao comprando pan bimbo y jamón y cenando en la habitación del hotel, mismo que no tenía restaurante

Bultza dijo...

Durango!! joer, cuantos durangos hay en el mundo? curioso...

Mexiñol, si aquí cierran la cocina antes de las 20.30, imagínate a qué hora cierran el supermercado, una pista... a las 18.00!!!, de verdad pensabamos que no ibamos a cenar, en los restaurantes incluso se negaron a prepararnos algo que tuviesen frío en plan pan y queso, nada, y eso que algunos estaban todavía llenos de gente acabando de cenar...

Una de las quejas más grandes de Bruselas, Bélgica y holanda es que cierran las tiendas a las 18.00, por lo tanto la mayoría de los mortales no tenemos tiempo de ir de compras entre semana y así los findes hay tanta gente que es imposible...