Sábado noche, hoy hace calor en la calle, no hay nubes. Es ya muy tarde, esta noche has salido de fiesta con tus amigos, o tal vez has dejado a tu novia en casa, faltan pocas horas para el amanecer, coges el coche y pones rumbo a casa.
Vas escuchando música mientras atraviesas una de las centenares de solitarias carreteras nacionales del centro de la península. Hace varios minutos que no ves una sola luz, ni un solo coche se ha cruzado en tu camino, solo ves lo poco que te permiten los focos de tu coche, líneas paralelas sobre negro y árboles que te recuerdan por donde no ir.
Pero tienes unas ganas horribles de ir a mear, no puedes soportarlo ni un minuto más. Encuentras un pequeño claro en el arcén, un sitio perfecto donde hacer una pequeña parada de descarga. Aparcas el coche, ¿apago la luz o no la apago? La apagas y ves todas esas estrellas allí arriba, abres la puerta, pones los pies en el suelo, no se oye ningún ruido, te alejas un par de metros del coche, te bajas un poco la bragueta.
A lo lejos se oye un coche viniendo en el otro sentido, vaya casualidad, no pasa nada, te relajas y esperas a que pase.
Pero no son uno ni dos, son cuatro coches, el primero se para a la altura de tu coche y da media vuelta quedándose en paralelo con el tuyo y alumbrándote con los focos, mierda, ¿quiénes son? ¿qué quieren?, estarán simplemente dando media vuelta, te atas la bragueta de nuevo y te mueves de sitio para cubrirte otra vez en la oscuridad pero el segundo coche te vuelve a alumbrar. Estas atrapado. Los otros dos coches hacen lo mismo, ya no hay ningún rincón oscuro...
¿Qué haces?
Levantas un poco las manos en señal de no estar haciendo nada malo y con los hombros arriba en señal de exclamación. Estás totalmente cegado, decides acercarte a uno de los coches, ¿es la policía? ¿Hola? Entonces ves que por la ventanilla de uno de los coches se asoma un palo enorme con pinchos paralelos. ¡¡¡!!!
Gritos entre los coches, conversaciones mezcladas.
¿Hacia donde se dirige? ... ¡¡Apunta la antena más arriba!! ¿A qué altura dices que está?... ¿Ha caído ya?... ¿Cuánto falta? ... ¡Apartesé usted!
Entonces el primer coche acelera y sale de allí levantando un montón de polvo, el resto le sigue como si de un tren se tratase. La oscuridad y el silencio te vuelven a rodear... Esta vez en vez de intentar disfrutar tratas de mear lo más rápido posible...
El sábado siguiente, entre cervezas comentas el asunto con tus amigos. ¿Perseguían a un OVNI? ¿Eran extraterrestres? ¿Sería el FBI? ¿Has llamado a Friker Jiménez?
PD: Esta historia es real como la vida misma, solo que yo me encontraba dentro de uno de los coches, persiguiendo a la NS1b, Reconozco que ha sido y será por mucho tiempo la situación más surrealista que únicamente podía acompañar a una misión surreal. El tipo la verdad es que tuvo mala suerte en ponerse no solo a mear en medio de la nada en el momento clave, si no que al intentar salir del foco del segundo coche interrumpió la escapatoria del primer coche que era el que llevaba al navegador, con lo que se formó un caos de unos 30 segundos en los cuales yo personalmente no habría tenido la sangre fría que tuvo ese tipo. Me encantaría escuchar su versión...