domingo, noviembre 23, 2008

El invierno nos cubre de blanco

Al igual que pasó hace 3 años, en el penúltimo fin de semana de noviembre nos llega el invierno y nos deja un precioso manto de nieve no bienvenido por la mayoría (sobretodo para los que tienen que conducir). Para los que no estamos acostumbrados a ver la nieve nos sentimos diferentes y salimos con nuestras cámaras a la calle donde los niños se tiran nieve y crean sus primeros muñecos de nieve. Unos 3cm en el parque, entre 1cm y 2cm en la acera y carretera. Aquí van mis fotos recien sacadas de... la nevera:


Nieve en Bruselas
Sarah en la calle, todavía teníamos calor...

Nieve en Bruselas
Sarah y yo en Ambourix, ya empezabamos a sufrir el frío en los dedos.

Nieve en Bruselas
Se nos hizo de noche mientras hacíamos las fotos, aquí estabamos en el parque Cincuentenario

Nieve en Bruselas
Parece que en esta conseguí centrar un copo grande de nieve con la puerta de fondo :-D

Nieve en Bruselas
Curiosamente el parking del parque Cincuentenario fue ocupado por unos 10 coches en el cual los conductores estuvieron jugando haciendo trompos y derrapes, supongo que es el mejor sitio para hacer estas cosas, al menos no nos molestan a los demás. En esta foto se pueden apreciar las luces de uno haciendo el loco. La policía apareció unos minutos más tarde y los coches desaparecieron por arte de magia...

Nieve en Bruselas
La puerta otra vez, esta vez sin flash para que no molesten los copos de nieve y se aprecie mejor el manto de nieve.

Nieve en Bruselas
Nos encontramos un montón de muñecos de nieve en el parque, no pudimos resistir la tentación de arreglar uno que encontramos a medias, aunque también te dejas las manos en el proceso...

Nieve en Bruselas
Sarah se rindió y me quedé sólo, mojado, helado, pero como cualquier otro niño seguí pisando nieve virgen en la oscuridad durante una hora más y echando alguna que otra foto

Nieve en Bruselas
El cruce de Rue Franklin.

Nieve en Bruselas
La pobre bici de Sarah... congelada...

Nieve en Bruselas
Las luces traseras de mi coche encendidas, curioso efecto

Ahora prepararos porque este frente se dirige para el sur y os alcanzará dentro de muy poco...

jueves, noviembre 20, 2008

Vuelta a Linux, vuelta a casa, bienvenida la libertad

Mi vida con Linux siempre fue un quiero y no puedo. A finales de los noventa no conocía a nadie que tuviese Internet, solo había oído hablar de él por alguna revista de algún compañero de clase y Windows 98 era sólo un rumor. De alguna forma cayó en mis manos un CD de Red Hat con un GNOME que me pareció bastante anticuado pero que después de 10 años de ver MSDOS y Windows 3.1 y Windows 95 ver que existía algo diferente y probarlo en mi ordenador era como pasear por montañas rojas. Me enamoró la idea de Linux sobretodo por eso de ser algo diferente, supongo que es un poco egoísta por mi parte pero es la verdad, no lo hice por apoyar al software libre (eso vino después), ni siquiera sabía lo que era eso, a mi me atraía la idea de que era lo que usaban los expertos y de alguna forma necesitaba aprender cómo se utilizaba...


Linux pauwar! :-D
El dichoso pingüino hasta en la sopa.

Podría contaros las aventuras y desventuras de los Linux que pasaron por casa y que no acabaron de fraguar durante varios años, pero es el cuento de nunca acabar y casi tan recursivo como la pésima serie "prison break", la historia era tal que así:

  • En Linux, no funciona el modem
  • Pasa 1 año en el lado de Microsoft y Linux dormido en una pequeña partición
  • Instalar el recién salido y esperado driver para el nuevo modem en Linux
  • Pasan 2 meses de libertad
  • Modem estropeado o nueva tecnología o compañía de Internet o mil cosas
  • Vuelta al primer punto

Al final después de 5 años y 4 modems había usado Linux de forma intensiva en total tan solo 6 meses...

En el 2004 con mi nuevo portátil conseguí salir de la recursividad gracias también a la ayuda de un router WiFi (Y compilar y recompilar el driver para la tarjeta WiFi más de 100 veces), y así me volví un linuxero de la mano de Fedora. Éste mismo blog fue fundado desde aquél equipo el cual no ejecutó un Windows durante 2 años. Al final por temas de trabajo y problemas de nuevo hardware a mediados del 2006 acabé volviendo al "lado oscuro" de la mano de Microsoft.

Desde hace un año hasta hoy gracias al Eeepc me enganché a páginas de tecnología como barrapunto.com, vidasenred, asuse3, engadget, macrumors o hackaday, que en realidad sirven de lanzadera a otras cientos de páginas y portales a los cuales voy entrando y visitando de forma esporádica. Gracias a los portales que menciono arriba he aprendido y me he actualizado en muchos temas que hacía más de dos años que no seguía. Para aquellos que siguen la tecnología se pueden imaginar el golpe que uno recibe tras 2 años en la oscuridad (a aquellos que no, la vuelta de tuerca es como si te pasas 2 años sin saber nada de tu equipo de fútbol y vuelves al de dos años y la mitad de los jugadores ya no les conoces y te interesas por los desaparecidos, todo es diferente, hasta las normas).

Así me dí cuenta de que han sido siempre mis compañeros de colegio y sobretodo los de la Universidad los que me hacían de "lanzadera" a aprender nuevas cosas. Aquí en Bruselas la gente con la que me relaciono son políticos, economistas, abogados o gente sencilla o más normal, a los pocos ingenieros que conozco no parece gustarles la tecnología y nunca me han dado ideas.

Tras el robo de mi anterior portátil, tenía bastante miedo a intentar instalar Linux de nuevo por el "mal" recuerdo que tenía de instalar Fedora años antes. El otro día y tras tres pantallazos azules en mi ultraestable Windows Vista de serie en menos de 24 horas (que ya reinstalé de cero por el mismo problema) decidí probar a instalar el nuevo Ubuntu 8.10 del cual se hacían eco en todas las páginas de tecnología. Cuando metí el CD de instalación pensé en la de horas que me iba a tener que pasar recompilando cosas pero ha sido una verdadera patada en mi cerebro, todo ha funcionado a la primera, no he necesitado tocar nada en el kernel y tengo mucha más funcionalidad y estabilidad que en Windows Vista, me estoy incluso planteando convencer a Sarah de que utilice Linux en su nuevo portátil, eso sería la verdad que increíble. Esto hubiese sido algo inimaginable hace 4 o 5 años, un Linux que funcione a la primera en tu portátil sin tocar nada...


Mi escritorio en ubuntu
Un pantallazo de mi recien instalado Ubuntu ya completamente funcional (Click sobre la imagen para hacer zoom)

Llevo ya un año con Linux en el EEEPC y en el servidor silencioso de casa (Franky) solo faltaba ya el equipo principal. Han pasado 2 semanas y mi próxima tarea es borrar la partición de Windows Vista que hace ya varios días que no reinicio. Además ya no necesito Windows para el trabajo puesto que me han puesto un portátil para mis "salidas".

sábado, noviembre 15, 2008

El mar de casa

Una de las cosas que más echo en falta en Bruselas es el mar, su olor, su sonido, un mar que he visto por la ventana durante 23 años, un mar que nunca falta a sus citas. El sábado en Bilbao, aprovechando la visita de un amigo me di un paseo por las zonas más impresionantes de la costa vasca y saqué este par de fotos.


Atardecer nuboso en Euskadi
Atardecer nuboso en Euskadi. (Click en la imagen para hacer zoom)

Islote enorme
Siempre tengo el deseo de irme hasta allí en canoa, escalar este islote y pasar una noche de acampada, me pregunto cuanto tiempo hace que nadie sube allí (Si es que alguien ha subido alguna vez) (Click en la imagen para hacer zoom).

jueves, noviembre 13, 2008

En la calle y sin dinero

El pasado lunes estaba en Sopuerta en la casa de campo de mis padres y me esperaba un duro día de planes, visitas y cabos sueltos que atar. Sin embargo mi subconsciente necesitaba un poco de aventura y actividad física, así que sin comerlo ni beberlo y antes de sacudirme la cabeza, algo dentro de mi me dijo ya era demasiado tarde... Recuerdo oir cerrarse la puerta de la calle con su familiar "clac" y me resistí a mirarla, sabía que había dejado las llaves por fuera 5 minutos antes para no quedarme tirado en la calle, recuerdo tener una pequeña sensación de duda que desapareció en un instante y ni me paré a mirar para comprobarlo. Al volver a la puerta 30 segundos más tarde como podéis imaginar las llaves ya no estaban allí. Nadie se las podría haber llevado porque en esos 30 segundos no la perdí de vista y en el jardín solo estábamos yo y mis tres perros que no tienen ni idea de llaves ni de puertas. Así que volviendo al momento en el que sacudía la cabeza, me di cuenta de la jugarreta de mi subconsciente, la adrenalina se habría paso y todos los planes del día quedaban automáticamente cancelados, ni siquiera tenía el móvil conmigo para avisar al resto, miré en mis bolsillos y sólo me quedaban las gafas y el reloj...

Y así me quedé encerrado en el jardín de mis padres, jardín al cual no volverían en al menos una decena de horas. Parece de chiste pero las llaves del coche estaban dentro de casa y en el coche había una copia de llaves de casa que podía ver por las ventanillas, pero todo estaba cerrado. Durante la siguiente hora no hice nada más que disfrutar del aire libre y oler la naturaleza, molestar a mis perros haciéndoles bromas que sólo yo entendía y mirando al cielo azul con el contraste del colorido que nos ofrece el otoño en el horizonte.

Más tarde y con la sensación de que iba siendo hora de hacer algo si no quería que la gente se empezase a preocupar por mi, me puse a sopesar todas las opciones y revisar absolutamente todas y cada una de las ventanas y puertas de la casa, al final me encontré con que mi padre se había olvidado de cerrar el garaje. Allí recogí mi bici y la puse a punto durante media hora engrasándola, ajustando los frenos e hinchando las ruedas. Unos minutos más tarde utilicé unas maderas para saltar las dos puertas del jardín (de 2 y 3 metros respectivamente) con la bici y me hice 20km hasta la casa de mis tíos donde se suponía debía ir a comer (y llegué con hora y media de retraso por supuesto). Era la mejor forma de salir del lío sin molestar (todo el mundo estaba trabajando) a nadie y por mis propios medios. La verdad es que incluso recuerdo una pequeña sensación de decepción cuando me di cuenta de que tenía la bici a mi disposición, ya me había hecho a la idea de que iba a hacer 20km andando hasta la casa de mis tíos.

La sensación más extraña del día fue la de salir del jardín de casa sin nada en los bolsillos, parecía irreal, parecía salir desprotegido y cuanto más me alejaba de casa más locura me parecía. Me fui con la bici por pueblos por los que paso muy pocas veces (sobretodo ahora que ya no vivo por aquí), completamente sólo y desconectado del mundo sin que nadie supiese donde me encontraba. Me pasé todo el viaje pensando en lo bien que vivíamos antes sin móviles, sin Internet, y me di cuenta de que echaba de menos la libertad e intimidad que hoy en día nos han robado la tecnología. Una libertad que nos negamos a reconocer, es una adicción de nuestra sociedad.

¿Y qué narices pasó con las llaves?, 3 minutos antes de quedarme en la calle salí de casa para mirar que tiempo hacía y así decidir si ir a correr un rato, al entrar en casa mi subconsciente cogió las llaves y las dejó dentro, supongo que fue un acto reflejo porque no recuerdo ni haberlo hecho, pero por las ventanas podía ver donde había dejado las dichosas llaves.

martes, noviembre 04, 2008

Entrando en el laboratorio secreto de mi padre

Cuando eres pequeño uno normalmente quiere ser como su padre y por supuesto cuando uno lo compara con sus amigos siempre se pelea por que el nuestro sea el mejor, con el coche más grande, más dinero, director de la empresa más grande del mundo, y de verdad recuerdo alguna de esas peleas cuando todavía estaba en parvulitos (con 4 y 5 años). Cuando te vas haciendo mayor esas discusiones dejan de tener sentido supongo que es porque vamos comprendiendo el mundo, nos volvemos adolescentes y unas veces odiaremos lo más fuerte posible a nuestros padres y otras veces les querremos más que nunca. La siguiente fase creo que es precisamente el archiconocido dicho de "de tal palo tal astilla" para bien o para mal.

Todavía recuerdo cuando yo era pequeño y veía a mi padre concentrado con algo, yo sabía que a todas las preguntas que le hiciese me iba a decir que “sí” sin ni tan siquiera escuchar lo que había dicho, me aprovechaba de esas situaciones para pedirle permiso para hacer alguna cosilla que sabía no me iba a dejar hacer, jejeje. Con los años nos vamos dando cuenta de todas esas cosas que hemos heredado hasta que un día nos miramos al espejo y lo que vemos son precisamente a nuestros padres. Me ha costado unos 26 años darme cuenta del parecido que hay entre mi padre y yo, cosas tanto buenas como malas y responder con un "sí" sin escuchar la pregunta cuando estoy concentrado es tan solo una de ellas.

Lo que menos esperaba era que mi padre fuese un friki. De ordenadores (de los de ahora) no tiene mucha idea, prácticamente no le interesan y se pone muy nervioso cuando algo falla, eso es de otra generación supongo. En su día él tuvo el Spectrum ZX y también recuerdo haber espiado sus programas en QBasic en el MSDOS cuando yo empecé a programar con 13 años en un ordenador con pantalla en blanco y negro. Desde que Windows llegó a nuestras vidas mi padre no ha mostrado ningún interés más por los ordenadores, él es Ingeniero Industrial, le gusta más jugar con cosas tangibles e inteligentes, no con una pantalla.

Siempre he querido tener mi propio laboratorio donde tener todas mis herramientas y aparatos semidesmontados con todos mis proyectos. Cada vez que quiero hacer algo en casa siempre lo pongo todo perdido y me cuesta muchísimo tiempo convertir mi habitación en mi laboratorio y tener que volver a poner todo en su sitio al final del día. Supongo que querer tener un laboratorio propio es un tanto extraño, mi padre nunca ha tenido uno... espera Aitor, ¿estás seguro de esto?

Recuerdo llamar en mayo a mi padre y decirle

  • Aita, me he comprado una placa base de eeepc por 100€ y lo voy a convertir en mi servidor silencioso en casa y mi servidor de seguridad, es decir, en un ordenador conectado las 24 horas del día 365 días al año"
  • Aitor estas loco, pero qué haces, vas a quemar la casa, blablabla ..."

Y sin dejarle acabar la siguiente frase le dije de forma muy rápida

  • Pero necesito tu ayuda, quiero hacerle una carcasa de metacrilato
  • ...blablabla ... (pausa y cambia el tono a entusiasmado) ... En ese caso necesito pasarme por tal sitio a comprar material, envíame las medidas y una foto, dime el diámetro de los tornillos, tendremos que buscar blablablabla

Al día siguiente me enseña un papel con los planos de la carcasa e ideando miles de diferentes opciones para amarrar la placa base. Con su voz de fondo hablando sobre martillos y tornillos recuerdo cómo se me encendió una luz y pensé en lo mucho que nos parecemos, lo mucho que nos gusta idear proyectos y miles de diferentes soluciones y lo mucho que nos gusta hablar de ello aunque sabemos que normalmente nadie nos escucha.

Con estupefacción recuerdo salir de casa y darme un manotazo en la cabeza. ¿Cómo que mi padre no tiene un laboratorio? y ¿qué es entonces ese sitio que tiene reservado en el garaje con una mesa que se hizo para si mismo con trozos de madera, con todas las miles de herramientas y tornillos y maderas y aparatos y líquidos en el que pasa horas construyendo cosas y a donde siempre tenía que ir a buscarle para que viniese a comer?

Y así por vez primera el otro día entré en el laboratorio de mi padre, qué bien guardado tenía este secreto, hasta entonces allí había entrado como si fuese tan solo el "lugar donde mi padre pasa el tiempo construyendo sus aparatos". Supongo que ahora estarás pensando que no hay ninguna diferencia, pues cuando me di cuenta de eso es cuando se me cayó el cielo encima. Y me puse a pensar en cosas que él ha construido, como la máquina que da de comer a los perros todas las tardes en el jardín sin necesidad de que nosotros estemos allí en una semana, sistema que por cierto lleva más de una década funcionando.


Laboratorio de mi Aita
Una esquina del laboratorio en cuestión, creo que os hacéis a la idea ¿verdad?.

Comedor automático para perros made in my aita
Estas son las entrañas de la última revisión del comedero automático para nuestros perros hecho por mi padre, detrás de la pared y abajo está el plato, de esta foto la comida sale hacia abajo. Así os podéis hacer una idea de lo manitas que es y de lo que produce el laboratorio de arriba.

Podría llenar todo el post diciendo lo bueno que he heredado, o lo bueno que desgraciadamente no porque de eso también hay mucho (y también cosas malas por supuesto), también tenemos muchos intereses diferentes. Al fin de al cavo mi padre y yo somos personas diferentes, sólo soy un 50% él porque de la otra mitad la he heredado de mi madre a la cual la debo muchos de mis puntos fuertes.

Orgulloso me siento de ser su hijo, pero qué coño, ¡si yo tengo un padre friki con laboratorio! ¿quién puede superar eso? :-). Y cuando miras las fotos de Franky su aspecto a lo Frankenstein es por su culpa :)


Franky en el laboratorio de mi Aita
Franky en el laboratorio el día que se estaba probando la piel por vez primera.

Vamos, que de tal palo tal astilla... y yo sin darme cuenta...