Preparando una nueva aventura por las densas comarcas belgas, me encontré mirando de frente a un mapa en el cual Lieja se encontraba más al norte que Amberes (traducido al castellano sería como mirar un mapa en el cual Córdoba está más al norte que Bilbao)
Tras descartar cualquier rastro de cerveza en mi aliento, la orientación del mapa, e incluso considerar por menos segundo el hecho de ir al baño para comprobar que mi alma no se ha metido en el mundo que se encuentra tras los espejos, me dí cuenta de que en nuestro mundo hay todavía lugares más inhóspitos que éste país y que como si de una broma se tratase, les han bautizado con nombres de ciudades y regiones belgas. Hablo de:
- El estrecho de Bélgica, más tarde renombrado como el estrecho de Gerlache en honor a su descubridor
- La isla de Amberes (Anvers) (Con una población de 40 habitantes en verano y 10 en invierno en la base de científica de Palmers)
- La isla de Lieja (Liege)
- La isla Brabante (Brabant)
- La bahía Flamenca (Flandres)
Todas situadas en la Antártida.
He marcado en amarillo las regiones de las que hablo, se trata efectivamente de la mismísima Antártida.
La curiosidad me llevó a desenterrar la verdadera historia detrás de estas regiones, testigos de una de las expediciones más emocionantes que el ser humano haya podido contar e ilustrar.
La historia que paso a relatar es 99% verdad y lo intentaré relatar tan fielmente como las fuentes y la imaginación me lo permitan.
I
El final del verano está llegando, los días son cada vez más cortos, la oscuridad comienza a ganar terreno y con ella el frío eterno en esta apartada región del planeta.
Las placas de hielo empiezan a cubrir el mar, pero el capitán y la tripulación del barco BELGICA están de buen humor. Después de varios meses de exitosa exploración han descubierto y pisado nuevas islas a las cuales les han ido poniendo nombre. Lo primero que descubrieron fue el estrecho de Bélgica y de allí dibujaron por vez primera en un mapa cuatro islas que anteriormente se consideraban extremos de la mismísima Antártida, les pondrán los nombres de Amberes, Lieja, Brabant y Wieken. Sin embargo han llegado a una barrera de hielo, La Barrera de Hielo (nótese las mayúsculas) de la cual tantos otros exploradores han llegado a ver y que nunca pudieron cruzar en el pasado, varios kilómetros de hielo que separan el mar del continente, de terrenos jamás avistados por ningún hombre.
El 23 de Febrero de 1898 aparece una grieta en dirección sur. Con la moral por las nubes y contra todo sentido común, el capitán apoyado por la tripulación mete el barco en esa grieta, grieta de la cual alguno nunca jamás saldrá vivo.
El barco BELGICA en el estrecho de Bélgica en Febrero de 1898. Foto del Dr Frederik Cook cuando desembarcó para recoger muestras de la fauna y flora antártica.
Una semana más tarde y avanzando de grieta en grieta, la tripulación se encuentra maravillada sabiendo que son los primeros en llegar a esas zonas, pero pagan cara su osadía, el viento cambia de la noche a la mañana y la grieta se cierra, el barco se queda atrapado. Todavía es verano en el hemisferio sur y la tripulación no desespera, durante las próximas dos semanas la grieta parece ceder y la tripulación realiza agujeros en la capa de hielo para disminuir la presión sobre el casco de la nave y para pescar. Otros se dedican a cazar pingüinos, a limpiar el barco y otros pocos a hacer medidas científicas, sondeos del fondo marino, observaciones astronómicas, fauna...
A mediados de marzo llega el otoño, los días se hacen peligrosamente más cortos y la tripulación empieza a perder la moral, se dan cuenta de que van a pasar el invierno allí atrapados y ni siquiera están adecuadamente preparados, no pueden hacer nada, el combustible llega a niveles muy bajos y se apagan los calefactores. Durante el día, desde el mástil más alto, solo se observa en el horizonte una planicie blanca infinita.
El barco BELGICA atrapado en el hielo de la Antártida.
Con el 18 de mayo llega la eterna noche polar, no volverán a ver el sol en por lo menos un par de meses si es que llegan a volver a verlo, algunos miembros de la tripulación empiezan a acusar la falta de vitamina C, el escorbuto hace mella. La mezcla de culturas tampoco ayuda y algunos se quedan totalmente aislados sin posibilidad de hablar en su propio idioma. Por la noche registran records de temperatura, allí fuera hay menos de 40 grados bajo cero.
El 5 de Junio se rinde el primer alma. El teniente Danco muere a causa del frío. Le entierran bajo la absoluta oscuridad en un pequeño agujero en el hielo cerca de donde se encuentra el barco, algunos piensan que será el último en recibir una tumba y ceremonias adecuadas...
Continúa aquí...
7 comentarios:
Continuará?
O escribas las historias completas o me voy a la wikipedia! xD
Prometo de verdad poner el siguiente capítulo en un par de días ;)
Hola chicos¡¡
Os he descubierto al recorrer el índice de blogs de Hispagenda. La historia es muy interesante y no la conocía.
Dentro de unos meses me piro a Bélgica en plan cambio de rumbo... hablando de barcos. :)
Os seguiré atentamente.
Un saludo.
Iván
Alicante
Las Españas
más, más, danos más!!!!!!!
@Mentalmente Exiliado: Bienvenido por adelantado.
Mentalmente exiliado, enhorabuena, este país te va a gustar ;)
Ya no puedo enviar cometnarios desde el curro, jaja, nos han cortado acceso a los blogs, que desastre, horror! :-D
Gracias a ambos.
Estoy con los preparativos, que no son pocos... jajaja.
Saludos
Iván
Vaya, ya aparece mi nick normal. Es que durante bastante tiempo he sido "Mentalmente Exiliado", pero ya cerré el blog que bauticé así... :)
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