Cualquiera diría que se trata de un país paradisiaco. Este atardecer lo fotografiamos a finales de Julio al oeste de Bélgica, en la localidad de Knokke. Un pueblo turístico flamenco que a mi parecer es horrible, tal vez porque vengo de un sitio donde cada playa es un mundo diferente y no parecen construidas en serie como en la costa belga. Knokke es interesante para desconectar de Bruselas un finde, lástima que pille tan lejos (2 horas) y tengas que aguantar largas colas de hormigas emigrando hacia el sol cada fin de semana.
Me llama la atención que aquí, en el Mar del Norte a pesar de ser Océano no hay nunca olas, es más plano que el mar Mediterráneo.
Tuvimos la oportunidad de asistir a una pequeña fiesta en uno de los chiringuitos surferos. Os dejo con un par de fotos ;).
Bailando al son de las llamas.
1 comentario:
Muy guapo, paradisiaco ahora en verano, pero en invierno puede ser bastante insufrible!
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