jueves, febrero 24, 2011

El ostracismo de los extranjeros desterrados

Mucho critico y creo que he criticado a los belgas con los que he compartido acera durante el último lustro. Cuando hablo con otros extranjeros que viven aquí acerca del producto autóctono todos coinciden, ¿los belgas?, son todos lentos, maleducados, cortos de mente y mil adjetivos negativos más. La evolución ha hecho que nuestros cerebros se centren más en las tareas que faltan por hacer y en recordar mejor las cosas malas, es un método de supervivencia, ¿no será esta la razón por la cual los vemos así? ¿Les damos una oportunidad? Espera, no te embales.

Los belgas y sobretodo los bruselenses, están totalmente inundados de gente extranjera, somos tantos que uno deja de sentirse un extranjero para sentirse en un lugar intermedio donde no encajas por completo pero en el cual tampoco desencajas. Es una ciudad limbo.

Con tanto diablillo suelto, los bruselenses “verdaderos” tienen igualmente predilección por el producto autóctono, y eso nos deja al resto en segundo plano, algo por lo cual no les culpo del todo. A pesar de esto, no nos podemos engañar, ciertamente Bélgica es un país mal gestionado y desorganizado, por lo menos para el estándar centro-europeo, pero si muchos de nosotros hablamos mal de los belgas muchas veces es porque somos ciudadanos de segunda.

Entonces es cuando me imagino a gente de otras nacionalidades en Bilbao, cómo los tratamos y la imagen que tenemos de ellos. En cierto modo nosotros somos iguales aquí.

La semana pasada tuve la segunda discusión verbal en vivo y en directo con una dependienta belga por la mala educación con la que se me trata. En la península cuando un dependiente o similar me pone mala cara, responde mal o lo que sea lo que suelo hacer es ignorarla y no volver nunca más a ese sitio, un cliente menos. No puedo recordar ninguna situación en la cual me he visto discutiendo con los dependientes por el mal trato recibido o por la educación (alguna queja me imagino que todos hemos tenido, que en la península son también muy pillos).

En las tiendas en Bruselas me he sentido tratado mal en muchas más ocasiones que en Bilbao, tampoco os llevéis mala impresión, por supuesto que hablo de una minoría de tiendas. Siempre lo he achacado a que en el sur de Europa la gente es más caótica, más charlatana y más sociable pero en ésta última confrontación me ha dado la sensación de que había algo más allá, me he sentido en cierto modo víctima racial como nunca antes.

Perdidos andábamos Sarah y yo en un barrio lejos del centro, en la Bruselas profunda donde los turistas nunca vienen y los extranjeros son residentes. Entramos en una tienda para enviar un paquete y Sarah, haciendo gala de su nacionalidad, le contó con desparpajo a la dependienta la razón por la cual queríamos enviar un paquete con urgencia. Paquetes no se envían todos los días así que estábamos un poco perdidos, la dependienta en vez de intentar mostrarnos dónde estaban los paquetes respondió con mala cara diciendo “yo no te puedo ayudar, tú misma tienes que hacerlo”, con lo poco que le hubiese costado señalarnos un pasillo lleno de paquetes de distintos tamaños. Sin comentarlo enseguida noté en la cara de Sarah que a ella también le había molestado la respuesta de la dependienta, educación cero.

Una vez encontrado el lugar donde estaban los sobres y paquetes Sarah se puso a rellenar los datos mientras yo echaba un vistazo al resto de la tienda, al acercarme a la cola donde la gente esperaba su turno noté como un chaval me hacía una mueca con cara de comprensión, él estaba presente en el momento en el cual la dependienta había respondido así.

Tras rellenar todos los datos y asegurarnos de que el paquete estaba bien cerrado y listo nos pusimos a la cola una vez más donde estuvimos unos buenos 10 minutos. Me entretuve analizando a la dependienta y sus reacciones con la gente, a todos los trató bien, con sonrisas buenas caras y frases francesas ingeniosas, pensé que tal vez antes la habíamos pillado en un mal momento, ¿la damos otra oportunidad?. Y entonces llega nuestro turno.

  • ¿Cuanto cuesta el acuse de recibo al extranjero?

Nos mira, y se mira el reloj en la muñeca, reloj que no tiene y entonces se separa de la mesa y alarga el cuello para ver el reloj grande de la tienda.

  • Lo siento, son las 16:47 y la oficina de correos cierra a las 16:45.

Nos muestra la primera sonrisa y se aleja de nosotros. (Os aseguro que no exagero lo de los 2 minutos). En la distancia nos sigue hablando.

  • De todas formas os voy a hacer un grandísimo favor, os atenderé pero primero atenderé al resto de los clientes que no han venido a enviar paquetes.

Estupefactos nos quedamos, de allí salimos por supuesto sin enviar el paquete después de repetirla varias veces con un tono cargado de ironía que ella era una mujer muy educada y agradable (me arrepiento de que además lo grité desde la puerta antes de salir), después se me ocurrieron miles de frases más ingeniosas pero yo por desgracia no tengo la labia necesaria para salir vencedor de este tipo de confrontaciones.

Y después de haber analizado las caras y reacciones de esta mujer he llegado a la conclusión de que los belgas no sean tan desagradables ni tan lentos con nuestras peticiones y papeleos, tal vez la verdadera razón es que nos olvidamos de que somos nosotros los extranjeros y ellos son humanos que se comportan como lo haría cualquier otro humano/raza/ o persona de cualquier otra nacionalidad.

En "Españoles por el mundo" veis la historia contada desde el punto de vista de los vencedores, ni os dejéis engañar ni lo olvidéis nunca (esa es otra historia). A pesar de esto, seamos algunos de los desterrados vencedores o no, todos sin condición estamos condenados a sufrir este ostracismo, esa inseguridad de no saber donde encontrar una producto o solución determinada, es nuestra condena.

martes, febrero 22, 2011

Vuelta a empezar

Este último mes ha resultado tan ajetreado como extraño. Tras acabar mi contrato de trabajo me escapé a la desesperada (y en coche) a Bilbao, a celebrar mi cumpleaños entre la familia y amigos, y a recuperarme de lo que algunos dicen que era estrés. ¿Estrés? ¡Yo no estaba estresado! ¿no?, se supone que los estresados no se dan cuenta. En fin, recuerdo mucho más estrés en la Universidad así que no me aclaro.

Al final me he pasado en Bruselas semana y media disfrutando de unas vacaciones, no haciendo absolutamente nada más que el vago, bueno, intercalado con la innumerable lista de cosas que uno siempre tiene por hacer.

Finalmente me han anunciado que efectivamente comienzo a trabajar en Marzo de nuevo y por únicamente siete meses, tras lo cual, ya habrá tiempo de estresarse de nuevo, dejemos las elucubraciones para el futuro.

Nunca he sentido especial deseo de fotografiar insectos, pero cuando subí al monte en Bilbao en esta pequeña escapada de febrero, acompañado de un tiempo esplendido (25 grados en la cima), apareció una mariposa un poco pesada. Era una mariposa enorme y peluda. Al principio la ignoré, me atraía mucho más en ese momento el elegante batir de alas de unos enormes buitres a corta distancia.


Mariposa enorme
Haz click en la imagen para hacer zoom

Pero la mariposa era tan grande que me sentí intimidado así que moví la mano hacia ella y se marchó para volver medio minuto después casi más cerca que antes. Tras repetir infructuosamente el mismo gesto en otras 2 o 3 ocasiones decidí dispararla con la cámara y ver qué se siente, jamás me había dado por la fotografía de insectos...

A través del objetivo me sentí todavía más intimidado, parecía como si sus ojos me estuviesen observando. Me acerqué todo lo que mi objetivo me permitía pero no pude ir más lejos porque el enfoque no daba más de sí. Si hacía algún movimiento brusco la mariposa se iba a volar en un círculo y volvía a aterrizar a prácticamente la misma distancia, siempre mirándome. Si os fijáis en las dos fotos que aquí os pongo, las dos están tomadas en piedras diferentes (¿la mariposa era tan grande que necesitaba aterrizar en piedra?), supongo que era para agarrar el calor del Sol invernal que empezaba a despuntar hacia el atardecer.


Mariposa enorme
Haz click en la imagen para hacer zoom

Después de unos minutos de mutua compañía, escondí la cámara y la mariposa pareció perder interés, se volvió a marchar para esta vez no volver.

¿Y si las mariposas fuesen seres inteligentes y el planeta Tierra su experimento? Llevamos demasiado poco tiempo sobre este planeta como para creernos los dueños de todo...

miércoles, febrero 09, 2011

La Luna cenicienta y los secretos del Universo

Mi primera semana sin trabajo la he pasado en Bilbao para acabar de recuperar la salud por completo. Ya reparado, he empezado a hacer cosas más productivas, me escapé una noche para intentar sacar mis primeras fotos a la Luna cenicienta y poner a prueba mi nueva lente (de segunda mano) de 55-200mm (4.5F) de Canon que ha resultado ser una basura completa, forzando la cámara al límite se puede sacar alguna foto interesante como las que aquí muestro. Ya sabéis, no hay mal equipo pero solo malos fotógrafos, una mala lente lo agradece el bolsillo y ayuda al fotógrafo novato (yo) a sacar el máximo provecho de su equipo.


Luna cenicienta
Esta es la Luna cenicienta con las primeras trazas de niebla. Haz click en la imagen para hacer zoom

Cuando la Luna está en sus primeros días de cuarto creciente (o en sus últimos días de menguante), al atardecer es posible ver o intuir la parte más oscura de la Luna con nuestros propios ojos. Una cámara con larga exposición permite mostrar los detalles de esta parte de la Luna (y quemar el resto). La parte nocturna de la luna nos resulta visible porque allí tienen en esos momentos casi lo que los lunáticos selenitas llamarían Tierra llena, y por tanto esa parte se encuentra iluminada por el planeta Tierra de la misma forma que nosotros podemos pasear por el campo sin linternas en noches de Luna llena. Esta luz en la Luna que vemos en la Tierra se la llama Luna Cenicienta y es la primera vez que la he conseguido retratar (la pillé un poco tarde por desgracia).


Conjunción Luna y Júpiter
Esta es nuestra querida Luna en casi-conjunción con el planeta Júpiter. ¿Notas algo raro en Júpiter? ¡Haz click en la foto y obsérvalo tú mismo!

Además todos los planetas y la Luna se encuentran más o menos en el mismo plano (no como la imagen que tenemos de los electrones en un átomo), esto provoca que las conjunciones entre la Luna y los planetas se den mensualmente, si queréis buscar planetas lo mejor es que los busquéis en la trayectoria por donde viaja el Sol y allí los encontraréis.

Forzando la lente al máximo conseguí además sin ayuda de ningún telescopio fotografiar las lunas galileanas que hace unos siglos observó Galileo y que nos permitió cambiar por completo la visión que teníamos del Universo, algo así como hizo el telescopio Kepler hace una semana.


Conjunción Luna y Júpiter
Este es Júpiter con sus cuatro lunas más grandes, Io, Europa, Ganímedes y Calisto.

Ahora habrá que cambiar aquella frase tan conocida por: “El cielo está lleno de planetas”, porque parece casi seguro que efectivamente en el Universo hay más planetas que estrellas.

¿Quién será el primero en visitarnos?

viernes, febrero 04, 2011

Un día más, un año más

El pasado día 1 de febrero me levanté con sentimientos entremezclados. La casa amaneció misteriosamente decorada para conmemorar una vuelta mía más al Sol en nuestro pequeño rincón en este Universo. Supongo que Sarah y Epi aprovecharon mi cansancio y estrés de las últimas semanas para decorar la casa mientras mi mente volaba entre Marte y Júpiter.


Cumpleaños
¿Cómo se habrá subido hasta allí arriba Epi si no es con la ayuda de Sarah? Ésta es la prueba :)

Pero también era un día muy especial porque por primera vez estoy en la calle sin contrato y aburrido en casa. Bueno… creo que es difícil aburrirme con tanto proyecto en mente pero creo que se entiende la idea. Al parecer me recontratarán el mes que viene para los 7 meses de investigación, se ha retrasado porque las cosas de palacio son como son. Con un poco de suerte volveré por allí pero todavía no está confirmado así que mientras tanto voy poniendo al día el CV, sacando brillo a las playeras de deporte y desoxidando el soldador.

Y miro por la ventana y veo a la gente pasar, ¿qué nombres tendrán? ¿A qué se dedicarán? Y por todo esto me siento irrealmente más cercano a ellos.

PD: Siento la baja frecuencia de actualización del blog este último mes, ha sido un mes bastante simple y en realidad pocas cosas han ocurrido. Ahora me encuentro en Bilbao para visitar a los médicos y celebrar el cumple con la familia y amigos.