La rebelión de las máquinas.

O por lo menos empiezan a cobrar su venganza, aunque no es de extrañar, todos los aparatos que están bajo mi tutela los machaco, los exprimo hasta límites insospechados, y cuando me dicen “basta hasta aquí hemos llegado” las desmonto, las pongo celo y las vuelvo a poner en marcha o mueren en el intento. Y entonces ¿qué pasa? Pues que las máquinas hablan, no importa quién seas, cómo seas, o de quién seas pero las máquinas hablan de ti, saben lo que haces, te ven todos los días y los ignoras, los maltratas. Un buen día te encuentras delante de una máquina sin pelos en la lengua y qué te encuentras:

Visto en mi propio blog, manda narices parece que el recapcha superinteligente de Google tenga que tomarla conmigo para diferenciarme de robots (¿o tal vez sueño con ovejas eléctricas?).

Agarraros porque las máquinas han empezado a revelarse. Internet ha tomado conciencia, ¿alguien se atreve a intentar desconectar Internet? (Skynet todos los humanos querían apagarlo, la realidad es muy diferente ;) ) Y este solo es el principio. ¿No me crees? Pues espera a leer mi próximo post...