martes, junio 30, 2009

El infierno de los perejiles ha llegado.

Los veranos en Bruselas son bastante desagradables, El sol desaparece en agosto dejando temperaturas siempre moderadas... Sin embargo, como aquí nos quejamos de temperaturas bajas y lluvia constante, Lorenzo se enfada y todos los años sin excepción nos envía una o dos semanas de temperaturas muy altas acompañadas de una humedad horrible. Algunas veces las dos semanas van juntas, otras veces salteadas con perejil. Así que por una desgracia o por otra a estas dos semanas las llamo "el infierno de los perejiles" por no llamarlo el de los cojones.

calor calor y calor
Foto del infierno de los ... perejiles...

Durante esta semana podemos disfrutar de un sol impresionantemente fuerte, la temperatura en la calle supera los 30 grados y nuestras casas de papel se convierten en hornos. Aquí no hay quien duerma y la ropa se te pega al cuerpo a todas horas. Por mi parte la temperatura mínima dentro de casa en los dos últimos días han sido de 26 grados y cada día la mínima sube un poco más.

La gente llega con una ojeras enormes al trabajo, y ni siquiera el fin de semana uno puede descansar debidamente. De este horrible calor no se salvan ni los tinerfeños ni los africanos.

Si decides darte una vuelta por la playa, en coche te ves irremediablemente estancado en una cola kilométrica, si decides ir en tren tendrás que pasarte entre una y dos horas de pies rodeado de cuerpos sudorosos agarrado a una barra húmeda. Los parques de las ciudades se convierten en colmenas bulliciosas. El aire acondicionado del trabajo te destroza la garganta, los niveles de polución y polvo suben sin parar.

Así que después del trabajo uno se vuelve a casa maldiciendo a San Lorenzo, al que tanto habíamos criticado por no aparecer durante las otras 50 semanas que dura el año. En este país es difícil ponerse de acuerdo hasta con la temperatura del clima.

Bienvenidos al infierno del 2009, y esto solo acaba de comenzar ;)...

viernes, junio 26, 2009

Hit and run

Atropello y fuga...

Ayer viví otra de esas situaciones surrealistas que supongo que se repiten decenas de veces al día en una ciudad como Bruselas.

Al salir de un semáforo a todo correr golpeamos la puerta de otro coche. Se oyó un RAaaaaAAAJjs Pum y cristales rotos. Recuerdo echar una mirada para atrás y ver la cara sorprendida de un belga dentro de su coche con el retrovisor y la puerta colgando. Una compañera de trabajo en el asiento de atrás pegó un grito. Y así sin más nos dimos a la fuga...

El otro coche no quedó totalmente inutilizado y la persecución duró unos dos kilómetros, hasta que nos dimos por vencidos y entramos en el parking de la empresa.

Tras bajarme del autobús :-D todavía no me podía creer la situación, allí ante mis ojos estaba la descripción perfecta de los belgas:

  • El conductor del autobús: tras golpear el coche se fue sin ni siquiera mirar para atrás a pesar del estruendo y de los gritos.
  • El conductor del coche: nos siguió y de forma muy educada no intentó adelantar al autobús y hacerle parar, simplemente le siguió hasta el final y una vez allí no perdió los papeles, esperó a que todos saliésemos del autobús y nos fuésemos de allí para salir por la puerta del copiloto con los papeles del seguro.

Sé que es un error y que es injusto caer en generalizaciones, que cada persona es un mundo, cierto, pero siempre hay tendencias… Si hay algo que he aprendido en este país es que si tienes un problema con un belga su respuesta casi siempre va a ser "no es mi problema, siguiente por favor" que puede traducirse de mil formas tal como “sí, ahora voy” y no vuelves a saber de ellos. Y si hay algo que debo aprender de ellos es la calma con la que hay que reaccionar cuando hay problemas, creo que si yo hubiese sido el conductor del coche me hubiese puesto a pitar como loco, luego adelantar al autobús para bloquearle el camino y gritar al de la barrera de seguridad del parking de la empresa para que me dejase entrar detrás del autobús, le dí un 10 al conductor del coche y un 0 al del autobús.

Gracias a la incompetencia de unos y la competencia de otros a pesar del accidente entré en la oficina 5 minutos antes de lo normal...

miércoles, junio 24, 2009

El país de ...

En la autopista que lleva de Bruselas a Gante me crucé recientemente con una señal que me va a ser difícil olvidar.


... las pajas
... y una sonrisa para el cuerpo :)

... las pajas
Por si quedaba alguna duda, los independentistas belgas...

Cuando conduzco aveces inconscientemente leo en voz alta las señales, y no fue hasta que no escuché mi propia voz que el lado más verde de mi cerebro me dejó la cara blanca durante un par de segundos para acabar con sonoras carcajadas que la pobre Sarah no comprendía.

En la siguiente excursión me acordé a tiempo y le sacamos fotos, en este país muchas veces uno se cruza con bastantes más situaciones de estas de las que cualquiera pueda imaginar, y basta tener el día torcido para acabar por los suelos por alguna tontería de estas.

Pajotteland ha resultado ser una pequeña región a unos 20km al oeste de Bruselas, donde se encuentra uno de los castillos más bonitos de este país, que por cierto todavía no he visitado.

lunes, junio 22, 2009

El otro lado de Bélgica III

Primer capítulo aquí.
Segundo y tercer capítulos aquí.

IV

En vísperas de año nuevo se formó una grieta en el hielo a medio kilómetro del barco. Dejaron pasar dos semanas pensando que la grieta seguiría avanzando, sin embargo pronto se hizo evidente que si no hacían nada su suerte no iba a cambiar. El capitán además empezaba a temer que alguno de sus hombres perdiese la cordura y se escapase a la desesperada. El capitán Gerlache mandó una pequeña expedición hacia la grieta para sondear y medir el grosor del hielo hasta el barco y por ende intentar construir un canal a través del hielo, tarea imposible pero que mantendría a la tripulación ocupada y con los pensamientos en otro lugar. Durante las dos siguientes semanas trabajaron sin descanso a base de serruchos y palas.

Llegó febrero y cuando parecía que lo imposible se volvía posible, cuando entre el canal y el barco había menos de 100 metros, el viento cambió de dirección y la grieta se volvió a cerrar por completo. El otoño seguía acercándose y una vez más estaban atrapados en medio de una planicie blanca infinita.


BELGICA atrapado
Foto obtenida desde el puente del BELGICA el 3 de febrero tras haberse cerrado el canal de hielo.

El 15 de febrero de 1899 a las dos de la mañana las voces mezcladas con terribles crujidos del casco despertaron al capitán, con la luz del alba la grieta volvió a aparecer y ayudado por el canal que habían creado se había extendido hasta el barco. Encendieron los motores por vez primera en más de un año y ayudado por la tripulación tirando del barco con cuerdas consiguieron liberarlo. Las siguientes horas las pasaron arreglando pequeñas grietas y fugas en el abollado casco por donde se filtraba el agua. Volvían a flotar.


BELGICA no tan atrapado
Foto obtenida el 16 de febrero, cuando el barco había conseguido desengancharse del hielo y volvía a flotar en una grieta.

La grieta en el hielo se extendía durante varios kilómetros pero por desgracia no les llevó hasta mar abierto. Se pasaron un par de días estudiando la forma de salir de allí. Todavía tenían ante sí 10km de hielo.

Las temperaturas volvían a empezar a bajar y la barrera del hielo pronto comenzaría a hacerse más y más grande, no les quedaba mucho tiempo. Una vez más y esta vez a la desesperada, volvieron a poner el pie en la hielo cargados con serruchos y palas. Durante un mes la tripulación trabajó sin descanso día y noche, cortando hielo y creando un canal interminable, sabían que era su última oportunidad. A razón de 300m al día, unas veces más unas veces menos y sobretodo movidos por el terror al invierno antártico, la tripulación se fue abriendo paso por la placa de hielo y a mediados de marzo consiguieron salir de allí.

Las dos siguientes semanas no fueron tampoco placenteras, navegando en las peligrosas aguas del antártico con un barco estructuralmente muy debilitado, esquivando icebergs día y noche, luchando con las tormentas otoñales. El 28 de marzo por fin pusieron el ancla en el puerto de Punta Arenas. El calvario se había acabado. Allí y durante varios meses la tripulación volvió a engordar esos kilos perdidos en el hielo y realizaron las pertinentes reparaciones del barco.


Agua y hielo
Foto obtenida a finales de marzo tras haber conseguido salir a mar abierto aunque todavía rodeados de placas de hielo por todos los lados.

V

El 5 de noviembre de 1899, después de 3 años, el barco llegó al puerto de Amberes donde fue recibido con honores por el rey y la población belga, esta expedición fue la primera en:

  • Ser 100% con fines científicos
  • Pasar un invierno en la Antártida (13 meses)

Entre su tripulación se encontraba gente que más tarde pasó a ser leyenda por sus hazañas, parece ser que un año atrapados en el Antártico no fueron aventuras suficientes, seguro que alguna vez habéis oído el nombre del Neoyorkino Dr Frederik Cook, que años más tarde sería el primer hombre en poner un pie en el polo norte (0º,90º), y el del noruego Admusen, que sería el ser humano en poner el pie en el polo sur (0º,-90º) y el primer capitán en atravesar con su barco el paso del norte (del atlántico al pacífico por el ártico) donde muchas otras tripulaciones habían fracasado y/o perecido.

El barco BELGICA fue revendido años más tarde a Noruega y acabó en el fondo del mar herido de muerte por los bombarderos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Triste destino para tan grandes hazañas.

jueves, junio 18, 2009

El otro lado de Bélgica II

Primer capítulo aquí.

II

Corría el año 1896 cuando un joven flamenco nacido en Hasselt bautizado con el nombre de Adrien de Gerlache, conseguía tras 3 años de reuniones y visitas, suficiente financiación privada como para comprar un viejo barco de madera procedente de Noruega. El barco se llamaba PATRIA pero lo renombró con el nombre de BELGICA, en honor a su patria :), nótese que el nombre no está traducido al castellano, es el nombre que tenía la región belga en tiempos de la Galia, cuando los romanos campaban a sus anchas por todo Europa.

El sueño de este joven belga era el de poner el pie en aquél desconocido continente llamado Antártida que se había descubierto años antes y que hacía por lo menos medio siglo que ningún ojo humano lo había vuelto a ver.


Adrian de Gerlache
El mismísimo Adrian de Gerlache.

Tres años más tarde el capitán Gerlache podía disfrutar de su sueño cumplido, sin embargo le embargaba una completa sensación de impotencia y decepción viendo como las vidas de los hombres a su cargo se iban lentamente deshinchando. Las noches se hacían interminables, nada que hacer, nada que decir solo remordimientos acompañados con el horrible y discontinuo crujir del casco aprisionado por el hielo.

En el interior del barco habían ido sacrificando especies animales y flora que habían encontrado y querían haber llevado de vuelta a casa, todas ellas todavía desconocidas en la sociedad occidental. Se encontraban bajo un racionamiento muy severo y los más débiles no podían levantarse de la cama. El puente estaba lleno de hielo, se trataba de un barco muy pequeño en comparación con los utilizados en muchas otras expediciones (34,6m por 7,5m) era para colmo tal vez demasiado viejo si bien se pasó un año entero en el puerto de Amberes sufriendo severas mejoras, habían reforzado el caso con placas de metal allí donde iba a sufrir las duras condiciones del hielo, lo habían dotado con un motor de vapor de 35 caballos y acondicionado con un sistema de calefacción. Sin embargo no había sido preparado para pasar un invierno atascado en el hielo, si algún día salían de allí había muchas posibilidades de que el casco no estuviese en condiciones de mantenerse a flote.


El barco Bélgica
Los planos originales del barco BELGICA.

Solo quedaban 17 tripulantes de los 19 que habían partido de la última parada en Brasil. Antes de la muerte por frío del teniente/geólogo Danco, Wienke se cayó al mar en una tormenta poco después de atravesar el circulo polar antártico, a escasos días de avistar la Antártida. Para honrar su alma la tripulación por unanimidad decidió dar su nombre a una de las recientes islas descubiertas en el recién estrenado estrecho de Bélgica. De las 19 personas de la tripulación original, 9 eran belgas, 2 polacos, 6 noruegos, un estadounidense, un rumano y un francés.

III

Durante más de 8 meses (14 de diciembre de 1987), habían estado desconectados del mundo y tampoco parecía que la situación cambiaría de forma inminente. Tras deshacerse de los espécimenes que habían recogido, la carga más preciada del barco eran los documentos que guardaba el capitán en su camarote, desde el descubrimiento de una cordillera marina separando los Andes del continente antártico hasta cientos de especies de plantas diferentes, incluyendo también su cuaderno de bitácora que tal vez algún futuro explorador encontrase en siglos venideros entre los restos de la tripulación, si es que quedan alguno, para poder así contar la historia de lo que allí se vivió.

El 21 de Julio del 1898 consiguieron ver por vez primera el disco solar completo en el horizonte. Con 37 grados bajo cero la Antártida fue llenándose lentamente de vida salvaje dando comienzo a la temporada de caza. Durante los meses de Agosto y Septiembre consiguieron pequeñas cazas pero en general los meses pasaron sin demasiada novedad, el invierno acabó por fin y la esperanza de salir de allí retomaba fuerzas.

En Octubre los días se fueron volviendo más largos que las noches, la temperatura subió bastante y en el horizonte empezaron a ver los primeros huecos en el mar. Sin embargo las condiciones de la Antártida son muy extremas incluso en verano, pocas semanas más tarde tras una fuerte tormenta los lagos desaparecieron congelados, el horizonte se cubrió de blanco una vez más.

Las cazas se volvieron más abundantes y los hombres con los estómagos llenos piensan mejor. Los experimentos científicos volvieron a ser parte del día a día y las mediciones astronómicas confirmaron que a pesar de estar atascados sobre una superficie de hielo, se han desplazado más de 1500km durante los meses que han estado atrapados, sin embargo este movimiento ha sido de este a oeste en vez de hacia el norte donde podrían haber encontrado aguas más cálidas que deshiciesen el hielo más rápidamente. El barco seguía tan bloqueado como en los peores días de invierno y todavía no habían tenido suerte en conseguir hacer algún agujero que les permitise ver el mar y pescar.


El barco Bélgica en noviembre de 1898
A finales de la primavera, el barco seguía totalmente sepultado bajo el hielo.

En diciembre llegaron los días de 24 horas de luz y nada más cambió, se empezaron a temer lo peor, eran conscientes de que no podrían resistir un invierno más, algunos de los tripulantes empezaron a considerar la posibilidad de armarse de valor y andar los varios cientos de kilómetros que les separaban hasta la orilla del mar arrastrando las barcas salvavidas. Una vez allí deberían jugársela a todo o nada atravesando más de 2000km a golpe de remo por la parte del océano más dura del planeta.

El tiempo seguía pasando en su contra...

Continúa aquí...

lunes, junio 15, 2009

El otro lado de Bélgica

Preparando una nueva aventura por las densas comarcas belgas, me encontré mirando de frente a un mapa en el cual Lieja se encontraba más al norte que Amberes (traducido al castellano sería como mirar un mapa en el cual Córdoba está más al norte que Bilbao)

Tras descartar cualquier rastro de cerveza en mi aliento, la orientación del mapa, e incluso considerar por menos segundo el hecho de ir al baño para comprobar que mi alma no se ha metido en el mundo que se encuentra tras los espejos, me dí cuenta de que en nuestro mundo hay todavía lugares más inhóspitos que éste país y que como si de una broma se tratase, les han bautizado con nombres de ciudades y regiones belgas. Hablo de:

  • El estrecho de Bélgica, más tarde renombrado como el estrecho de Gerlache en honor a su descubridor
  • La isla de Amberes (Anvers) (Con una población de 40 habitantes en verano y 10 en invierno en la base de científica de Palmers)
  • La isla de Lieja (Liege)
  • La isla Brabante (Brabant)
  • La bahía Flamenca (Flandres)

Todas situadas en la Antártida.


La otra bélgica
He marcado en amarillo las regiones de las que hablo, se trata efectivamente de la mismísima Antártida.

La curiosidad me llevó a desenterrar la verdadera historia detrás de estas regiones, testigos de una de las expediciones más emocionantes que el ser humano haya podido contar e ilustrar.

La historia que paso a relatar es 99% verdad y lo intentaré relatar tan fielmente como las fuentes y la imaginación me lo permitan.

I

El final del verano está llegando, los días son cada vez más cortos, la oscuridad comienza a ganar terreno y con ella el frío eterno en esta apartada región del planeta.

Las placas de hielo empiezan a cubrir el mar, pero el capitán y la tripulación del barco BELGICA están de buen humor. Después de varios meses de exitosa exploración han descubierto y pisado nuevas islas a las cuales les han ido poniendo nombre. Lo primero que descubrieron fue el estrecho de Bélgica y de allí dibujaron por vez primera en un mapa cuatro islas que anteriormente se consideraban extremos de la mismísima Antártida, les pondrán los nombres de Amberes, Lieja, Brabant y Wieken. Sin embargo han llegado a una barrera de hielo, La Barrera de Hielo (nótese las mayúsculas) de la cual tantos otros exploradores han llegado a ver y que nunca pudieron cruzar en el pasado, varios kilómetros de hielo que separan el mar del continente, de terrenos jamás avistados por ningún hombre.

El 23 de Febrero de 1898 aparece una grieta en dirección sur. Con la moral por las nubes y contra todo sentido común, el capitán apoyado por la tripulación mete el barco en esa grieta, grieta de la cual alguno nunca jamás saldrá vivo.


Bélgica en el antártico
El barco BELGICA en el estrecho de Bélgica en Febrero de 1898. Foto del Dr Frederik Cook cuando desembarcó para recoger muestras de la fauna y flora antártica.

Una semana más tarde y avanzando de grieta en grieta, la tripulación se encuentra maravillada sabiendo que son los primeros en llegar a esas zonas, pero pagan cara su osadía, el viento cambia de la noche a la mañana y la grieta se cierra, el barco se queda atrapado. Todavía es verano en el hemisferio sur y la tripulación no desespera, durante las próximas dos semanas la grieta parece ceder y la tripulación realiza agujeros en la capa de hielo para disminuir la presión sobre el casco de la nave y para pescar. Otros se dedican a cazar pingüinos, a limpiar el barco y otros pocos a hacer medidas científicas, sondeos del fondo marino, observaciones astronómicas, fauna...

A mediados de marzo llega el otoño, los días se hacen peligrosamente más cortos y la tripulación empieza a perder la moral, se dan cuenta de que van a pasar el invierno allí atrapados y ni siquiera están adecuadamente preparados, no pueden hacer nada, el combustible llega a niveles muy bajos y se apagan los calefactores. Durante el día, desde el mástil más alto, solo se observa en el horizonte una planicie blanca infinita.


Bélgica atrapado en el hielo
El barco BELGICA atrapado en el hielo de la Antártida.

Con el 18 de mayo llega la eterna noche polar, no volverán a ver el sol en por lo menos un par de meses si es que llegan a volver a verlo, algunos miembros de la tripulación empiezan a acusar la falta de vitamina C, el escorbuto hace mella. La mezcla de culturas tampoco ayuda y algunos se quedan totalmente aislados sin posibilidad de hablar en su propio idioma. Por la noche registran records de temperatura, allí fuera hay menos de 40 grados bajo cero.

El 5 de Junio se rinde el primer alma. El teniente Danco muere a causa del frío. Le entierran bajo la absoluta oscuridad en un pequeño agujero en el hielo cerca de donde se encuentra el barco, algunos piensan que será el último en recibir una tumba y ceremonias adecuadas...

Continúa aquí...

lunes, junio 08, 2009

Hola Herbie, ¿cómo estas?

En el mismísimo corazón de Bélgica me topé de frente con uno de los actores más famosos de los años 70. O por lo menos uno de los que más me gustaban cuando era pequeño. Se trata de Herbie. Intenté pedirle un autógrafo pero pasó olímpicamente de mí (era la hora de la siesta). Para mi sorpresa llevaba DNI belga, ¿es también un expatriado?.


Herbie Belgium
Disculpen la mala calidad de la foto, iba con prisas. Lástima.

jueves, junio 04, 2009

Un aparcamiento original

El otro día perdido en un pueblo de Bélgica de cuyo nombre ni me acuerdo, me encontré cara a cara con esta señal de tráfico. ¿La entendéis? Yo casi me tiro de los pelos, ¿buscas un parking? Aparca encima de la acera hijo mío...


Señales para aparcar encima de la acera
Pues eso, sin comentarios ante esta señal que es la primera vez que veo en mi vida. Una gracia enorme para los minusválidos.

martes, junio 02, 2009

Los 20km de Bruselas

El pasado finde en Bruselas se celebraron los maratones de Jazz y el de los 20km (como informaba Ramón en su blog). Al final de Jazz poco me mojé y es que estuve con la mente siempre en el de los 20km, salí poco o nada por la noche, me alimenté bien y estuve de reposo y relax total.

Por alguna extraña razón la carrera de los 20km se celebra a las 15.00 (la hora más caliente) y tiene una afluencia de gente masiva, nada más y nada menos que 27.000 personas tomaron la salida. Para que os hagáis una idea, la cola era tan grande que tarde 20 minutos en alcanzar la línea de salida desde que dieron el pistoletazo.


Bruselas 20km
El mapa oficial del recorrido...

En las últimas carreras siempre me había situado demasiado adelante y me pasaba la carrera siendo adelantado por todo el mundo, esta vez hice lo contrario, empezar desde lo más atrás posible y así adelantar a la gente con la fuerza psicológica que me daría eso. Bueno, pues fue otro gran error porque se pierden muchísimas fuerzas adelantando y esquivando a la gente. Al menos sigo ganando en experiencia, en conocer mi cuerpo en carreras y el lugar donde debo tomar las salidas.


Bruselas 20km
Sarah logró encontrarme entre los 27.000 y sacarme esta foto a 500m de la meta

La carrera como evento fue muy bonita, acompañó el tiempo y con él muchísimo público, muchísima gente, música en todas las esquinas, lo único decepcionante fue ver a gente muy poco preparada, había algunos que ya se habían parado después de 3km.

A nivel personal mi carrera fue mas o menos tal y como lo había programado durante los primeros 17km, allí me entró la pájara y para los últimos 3km no me quedó otra que echarme a la cuneta y activar el trote de supervivencia, perdiendo así 5 preciosos minutos sobre mis primeras estimaciones. Mi tiempo fue de 1:49:30, posición 8.300, bastante aceptable, pero quiero llegar mucho más lejos.

No pude evitar ponerme a echar números, se han vivido muchas cosas en esta carrera, la distancia total recorrida entre todos es superior a la distancia para ir hasta la Luna y si hubiésemos puesto una cámara de video en la cabeza de cada participante, hubiésemos gravado más de 6 años de vídeo.


Bruselas 20km
Medalla de oro para la posición 8.300...

Y así sigo mi lenta preparación para un maratón durante espero que sea... este mismo siglo.