A veces me pregunto si soy yo el que va buscando historias raras o son las historias raras las que me buscan a mi. El pasado viernes volvía de ver un concierto de rock/disco, una mezcla rara e interesante de mano de un grupo italiano llamado "subsónica", un par de canciones sonaron al estilo de U2, el resto fue algo diferente que no había escuchado nunca, me llamó la atención, os lo recomiendo ;). Lo más increíble de la noche me pasó a las 2 de la mañana cuando volvíamos a casa. Había sacado ya las llaves, me encontraba a un metro de mi propia puerta y aparece un negro (con todos mis respetos) en una esquina corriendo e intenta parar al taxista al que acababa yo de dar la propina. El taxista pasa olímpicamente de él, supongo que se olía problemas.
Mi maldita curiosidad me hace mirarle a la cara, supongo que yo buscaba ver su reacción ante una actuación así, al momento me di cuenta de que fue un error porque se nos cruzaron las miradas, ya no había vuelta atrás, se acerca a mi y se para en medio de la carretera, en ese momento su mujer embarazada aparece por la misma esquina y la conversación se desarrolla en un francés raquítico por las dos partes :-/ :
- "¿Tienes coche?" me pregunta
- "Pues no..."
Miro a la mujer y empiezo a temerme lo peor, tal vez está a punto de dar a luz o algo, aunque estaba bastante relajada y no parecía tener mucha prisa, ¿tal vez he visto demasiadas películas en las que la mujer grita sin parar hasta llegar al hospital?
- "¿Sabes conducir?" me pregunta otra vez
- "Pues sí..."
Y pienso, vaya, ya la he liado, ¿ahora voy a tener que conducirles a un hospital?, o tal vez le he entendido mal y necesita que le empuje el coche?
- "Es que acabo de aprender a conducir, tengo coche nuevo y..." continúa el negro.
Sarah se empieza a asustar y me insiste en que vayamos a casa...
- "... y no sé como dar marcha atrás..."
Sarah me sigue agarrando y tirando del brazo, le miro al tío y miro a la mujer, me suenan sus caras. ¿He entendido bien? ¿De verdad alguien me ha parado para que le ayude a dar marcha atrás?
Decido echar un vistazo al coche, el tío me lleva a la siguiente calle hasta un coche viejo aparcado de forma muy precaria y con el morro totalmente metido contra otro coche, pobrecillo. Me fijo en las matrículas y parecen nuevas y relucientes, me relajo, parece que al fin de al cabo las historias más extrañas me siguen pasando a mi. Me abre la puerta y yo me preocupo de que el tío no se aleje ni un metro, no vaya a ser una trampa, pero poco dura mi preocupación al ver en su cara que en realidad él estaba más preocupado de que me llevase su coche, me cerraba el único camino por el cual el coche podría escapar.
Arranco el motor sin cerrar la puerta y busco la marcha atrás, imposible sin luz y con las marcas desgastadas. Pruebo en el lugar de la sexta, pruebo más a la izquierda de la primera y nada, enseguida me doy cuenta de su error, la marcha atrás de este coche se hace metiendo "la primera" subiendo el anillo de debajo de la palanca, no muy extraño pero me imagino que alguien que no ha conducido nunca esto puede ser una pesadilla en un mal día. Muevo el coche 1 metro hacia atrás y apago el motor, le devuelvo las llaves y le explico como se mete la marcha atrás. La mujer embarazada empieza a gritar y echar la bronca al pobre en un idioma que jamás había oído antes mientras él nos da las gracias y nos marchamos precipitadamente. Nada más cerrar la puerta y escuchando todavía los gritos de la mujer en la calle, Sarah y yo nos miramos y explotamos en carcajadas descontroladas y erráticas intentando no hacer ruido aunque creo que sin mucho éxito, y así seguimos sin poder parar durante una hora y dos hasta que nos dormimos.
Una noche más en este alocado país.
PD: A la mañana siguiente al abrir las cortinas vuelvo a ver al tipo, ahora ya sé de qué me sonaba, es el vecino que vive en el edificio de enfrente y que tantas veces les he visto en pijama ;-).
PD2 y aviso a navegantes: Tal vez pueda parecer raro pero la verdad es que la comunidad negra de Bruselas me inspira casi más confianza que la blanca, en Bruselas hay muchas otras nacionalidades más peligrosas de las que preocuparse.