miércoles, mayo 27, 2009

¿Porqué no reparar también la lavadora?

¿Hasta donde íbamos a llegar?

Hace año y medio nos compramos una lavadora para evitarnos los viajes y el tiempo perdido en las lavanderías. Como hay muy poco espacio en casa la compramos muy pequeña, de esas que se abren por arriba ...

El pasado miércoles, después de año y medio la lavadora dijo basta. Y para colmo el tambor no se movía, se había atascado, al abrirse por arriba, el estar atascado significaba que nunca podría sacar la ropa. Sin saber qué hacer llamamos a la tienda, pero no estaba claro ni si todavía había garantía, y como siempre, en Bélgica como para cualquier otro tipo de negocios, para recoger la lavadora tienes que quedar con ellos a lo largo de un día lectivo y sin hora fijada, por lo tanto eso significa que se tendrían que llevar la lavadora dentro de una o dos semanas, con mi ropa dentro podrida y cogerme dos días de vacaciones (uno para que la recojan y otra para que la dejen), así les colgué enfadado antes de dar ningún detalle.


Lavadora atascada
Esta es la lavadora vista desde arriba, se accede al tambor pero estaba atascado y no había forma de acceder a la portezuela metálica.

Sopesando todas las opciones y sobretodo porque la ropa empezaba a estar demasiado tiempo encerrada y mojada allí dentro, decidí hacer lo que hago con cualquier aparato en estado terminal, intentar arreglarla...

Bultza vs Lavadora ... Figth!

Lo primero que hice fue comprobar que sería posible abrirla, la lavadora tiene varios tornillos en estrella, los mismos que usan los móviles Nokia o la primera versión de la Game Boy (aunque más grandes), así que en casa con unos alicates acondicioné uno de los destornilladores para poder abrirla, ver la foto para entenderlo mejor:

Destornillador estrella
Para abrir estos tornillos el truco está en recortar ligeramente los destornilladores planos por uno de los extremos hasta que entren en el tornillo, para encontrar la medida exacta hay que usar la técnica de "prueba y error", además solo recortas un poco el destornillador así que seguiras usando el destornillador para tornillos planos.

Tras comprobar que podría abrirla moviendo un par de tornillos, quedaba otro gran hándicap. La lavadora la tenemos en el trastero y allí no hay espacio para trabajar sobre ella, entre Sarah y yo la subimos con muchísima dificultad hasta casa, nos costó mil penurias y pusimos todas las escaleras perdidas de agua...

La lavadora durmió con nosotros en nuestro super-salón-dormitorio durante dos días, era fiesta aquí así que aprovechamos los días para hacer otras excursiones por el país.

Lavadora en el dormitorio
La super-m*-lavadora en mi salón...

Pero después de 5 días la ropa empezaba a despedir el típico olor que adquiere cuando la dejas varios días olvidada dentro de la lavadora, dormir con ella en la misma estancia empezó a ser un suplicio así que se me quitaron las dudas, tenía que repararla yo mismo, o por lo menos recuperar la ropa.

La lavadora se abre como muchos ordenadores de sobremesa, unos cuantos tornillos a los lados y deslizar un panel. Seis tornillos más tarde podíamos ya ver sus tripas, muy curioso sistema sujetando el tambor con varios muelles y cilindros hidráulicos. Acoplados al tambor también había varias pesadas piedras para contrarrestar las vibraciones producidas por la irregularidad en los pesos de las ropas durante sobretodo el centrifugado.

Lavadora destripada
Partes íntimas de la lavadora...

Para acceder al interior del tambor y sacar la ropa había que quitar unos 30 tornillos más. Conseguí con un poco de dificultad por culpa de mi destornillador casero, llenar todo el suelo del salón con agua y jabón. Cuando ya no quedaba ningún tornillo todavía no podía acceder al tambor, haciendo fuerza podía levantarlo unos dos centímetros, lo justo para meter la mano. Por desgracia nos faltaba quitar todavía la rueda exterior que de alguna forma estaba acoplada a la tapa y que nunca he llegado a encontrar como narices se soltaba. Después de un par de horas probando de todo me di por vencido, me hice hasta 6 cortes superficiales en las manos y mi desesperación hizo que manchase toda la lavadora con sangre. Al menos, metiendo la mano en el tambor había "palpado" el problema, la trampilla del tambor se había abierto y atascado contra la barra de metal que sirve para calentar el agua.

Y así pasó otra noche más, la lavadora totalmente desmontada sobre el suelo de casa, la ropa en su interior despidiendo el hedor de humedad olvidada. Mi desesperación infinita. En Internet no encontré nada útil. Me fui a la cama con un par de ideas en mente pero nada definido, necesitaba descansar y curarme las heridas.

Dormí bastante mal, me desperté con pesadillas intentando desatascar la trampilla de la misma forma una y otra vez, la misma forma que había imaginado antes de dormir. Para llevar la idea acabo necesitaba la ayuda de Sarah. Juntos en equipo hicimos una coreografía de movimientos, yo con una mano, una regla y un destornillador metidos por la rendija de 2 centímetros y Sarah moviendo el tambor. Un minuto más tarde Sarah sacaba la olorosa ropa por la trampilla, lo habíamos conseguido.

Lavadora y Sarah
Por fin!

Tras recoger la ropa y celebrarlo, llegó el momento de volver a montar toda la lavadora, 37 tornillos, cables, tuberías, cintas de goma. La prueba de estanqueidad echando vasos de agua, pruebas eléctricas enchufándola de nuevo y por supuesto el penoso transporte al trastero. Para mi sorpresa, a pesar de nuestra guerra la lavadora pasó todos los exámenes y para mi sorpresa volvió a funcionar.

Y todavía enfadados con ella, la castigamos, ese día hizo hasta 5 lavadoras seguidas para limpiar de nuevo toda la ropa que no limpió días antes y el resto de ropa que se nos había acumulado en el cesto.

Sospecho que lo que le ocurrió fue que una prenda se quedaría enganchada en la trampilla y durante el lavado fue arrastrada por otras prendas, empujando la trampilla hacia adentro (dirección contraria a la fuerza centrífuga) y así abriéndola en medio del lavado y atascándola. A partir de ahora la llenaremos menos y comprobaremos dos veces la tapa, seguro que no se nos vuelve a olvidar...

Arreglando la lavadora
Sarah me sacó esta foto mientras iba apretando los tornillos de nuevo, los otros 36 tornillos encima de la cómoda.

Por desgracia cada vez que consigo abrir y reparar/modificar un objeto, este objeto adquiere un significado especial para mi, lo cojo cariño y se me hace mucho más difícil deshacerme de él. Ayer tenía claro que esta lavadora acabaría en la basura en un par de años, hoy en cambio sospecho que acabará olvidada y roñosa en una esquina del garaje o laboratorio de mi (muy) futura casa el día que yo me vaya de este mundo, que espero que sea dentro de muchos muchos años.

domingo, mayo 24, 2009

La catedral fantasma, Abbaye de Villers

Desolación olvido y recuerdos, era la primera vez en mi vida que pisaba el suelo de una catedral cuyas bóvedas se encuentran parcialmente desplomadas y cuyo suelo está cubierto por una fina alfombra de hierba.


Villers-la-Ville mapa
La Abadía Villers se encuentra a 50km al sur de Bruselas.

Catedral derruida Villers-la-Ville
Indescriptible, se trata de la catedral, el centro de la Abadía Villers..

Parece que mi afán por descubrir mundos derruidos y olvidados no se ha acabado. Ayer en uno de esos días que no apetece hacer nada, con un pronostico de tormenta en la pantalla del televisor, acabé golpeándome la cabeza contra la pared. Sarah se dignó a sacarme de este sopor obligándome a vestirme y ponerme al volante del coche.

Con estas ganas me acerqué a un pequeño pueblecito donde se rumoreaba que todavía quedan las ruinas de una enorme abadía. Por desgracia las ruinas se han convertido en un atractivo turístico y por tanto hay que pagar una desproporcionada entrada de 5 euros por persona. La abadía se puede visitar en una o dos horas según el humor de perros que te acompañe, es interesante que te dejan andar por donde te apetezca sin tener que seguir un camino predeterminado. Se puede entrar parcialmente en algunas catacumbas y en alguna que otra celda. Sin embargo muchas zonas se encuentran valladas para proteger al turista, supongo que es inevitable pero le quita bastante atractivo. Visitar esta abadía hace 50 años probablemente sí hubiese sido mucho más divertido.


Catedral Villers-la-Ville
Imagen desde el exterior.

Catacumbas Villers-la-Ville
Algunas catacumbas estaban inundadas, me dieron ganas de ponerme unas botas y meterme para adentro, ¿qué hubiese dicho Indiana Jones?

Abadía Villers-la-Ville
Estas son ya otras partes de la Abadía, ventanas sin vidrieras...

Abadía Villers-la-Ville
Al menos cortan el cesped...

No queda mucho de la abadía que no sean las paredes de la misma, como casi siempre, lo que más afecta del paso del tiempo a este tipo de abandonos no es precisamente el viento, el agua o el frío, es el poco respeto humano, así la abadía, al igual que cualquier otro antiguo monumento ha sido saqueada cientos de veces y despojada de toda clase de elementos decorativos.

La abadía está actualmente protegida por la UNESCO y se trata de las ruinas más importantes de en Europa. Su construcción se comenzó en el siglo XII, pero ha sido reconstruida decenas de veces. Fue finalmente abandonada durante la revolución francesa. La última restauración se realizó en 1984, Hoy hubiese pagado 10 veces más por haberla podido visitar en 1983, aún así se merece una visita. Nada mejor que la página oficial para informarte un poco, aunque me repele el hecho de que no lo expliquen todo para que tengas que comprar la guía cuando llegas allí...

Nos recorrimos el pueblo en busca de la cerveza autóctona, y la encontramos, pero también descubrimos que el pueblo es una ciudad dormitorio, no hay NADA interesante lejos de la Abadía. La cerveza resultó ser una de las mejores que hemos probado en estas tierras, se llama Villers. Probamos la negra (Brun embase azul) y la rubia (Trippel embase dorada). Son cervezas fuertes (entre 7 y 8 grados) y sabor típico de las cervezas belgas, parecida a la Chimay roja. Personalmente me quedo con la negra aunque resultó mucho más difícil de encontrar, en la imagen solo os muestro la rubia.


Cerveza Villers
El trofeo de la última visita.

miércoles, mayo 20, 2009

El canto del grillo que quería ser astronauta

Acurrucados en sus casas, todos los años en la segunda semana de abril, los grillos se sientan a la mesa para cenar y sacan la agenda electrónica. Va llegando la hora de comenzar la diversión, se ponen nerviosos y dejan la cena de lado. Asoman la cabeza por la puerta y sienten como el calor primaveral ha llegado. Por vez primera salen a la terraza y entonan una canción para afinar los instrumentos y celebrar que la primavera la sangre altera.

Los grillos representaban en mi vida la llegada de una época difícil y emocionante, el final de un año lectivo, el inicio de los exámenes del colegio, el final de la temporada de fútbol, el inicio del buen tiempo y el de la luz...

Como cada año, en la segunda semana de abril a la hora de cenar me siento a la mesa y miro el calendario, me asomo a la ventana y busco el primer cántico de los grillos… y cuando lo oigo, salgo corriendo con el único objetivo de cazarlo.

Cuando lo saco de su cueva, nos miramos a los ojos y respiro profundamente, el mundo sigue girando, entonces me disculpo y lo vuelvo a dejar en su casa.

La primera vez fue un reto, ahora es un rito.


grillo en primer plano
La expresión de su cara. Hacer click en la imagen para hacer zoom.

Al igual que aparecen, a principios de Junio desaparecen, pero todavía a mediados o finales de Junio es posible escuchar como alguno afina sus instrumentos, sabes que es la última oportunidad del año, entonces al igual que dos meses antes, salgo corriendo detrás de él y dedico unos minutos en acercarme silenciosamente e intentar cazarlo, le doy los buenos días y me despido de él hasta el año que viene dejándolo asustado en la puerta de su casa.

En mis excursiones por Bélgica he buscado infructuosamente su inconfundible cántico, sin embargo he fallado estrepitosamente. Por suerte los frecuentes viajes a Bilbao me ayudan a redimirme en estos ritos. Todavía cada vez que cazo un grillo me acuerdo de aquellos que recluté para lanzarlos al espacio y me pregunto si estaré mirando a alguno de sus hijos...

Cuando era más pequeño no era tan agradable con ellos, o bueno, lo intentaba pero probablemente por aquél entonces no hubiese entendido o aceptado que probablemente muy a pesar mío los grillos no desean ir al espacio.


casa del grillo
Esta es una casa típica de un grillo. Por desgracia no se aprecian las profundidades y parece menos acogedora de lo que realmente son. A la derecha de la imagen tienen el "baño", allí se pueden ver sus "necesidades", hacia el otro lado hacen una terraza pequeñita donde quitan toda la hierba y la dejan con fina arenilla de tierra, allí es donde cantan. Click en la imagen para hacer zoom.

Así fundé mi propia agencia espacial. Lo primero que hacía era reclutar un par de grillos y los metía en unas cápsulas especialmente preparadas para ellos, tenían una ventana de plástico transparente sellada con celo y agujeros de ventilación. Además la cápsula llevaba un paracaídas de última generación, construido con hilo, trozos de bolsas de plástico y celo.

Para llegar al espacio utilizaba de lanzador una cometa, que por aquél entonces era lo que más arriba podía llegar en mi mundo conocido. La cometa que usaba estaba especialmente modificada con el hilo más largo del mundo que pude encontrar y esto me permitía alcanzar el espacio. Para el lanzamiento unía el paracaídas y la cápsula con un complicadísimo sistema de acoplamiento, unos trozos de celo endeble que me permitiesen realizar el desacople con un par de tirones.

Y así efectuaba el lanzamiento, tras unos minutos de respiración entrecortada y con un poco de suerte lograba desenroscar todo el hilo sin incidencias y en ese momento gritaba de júbilo, la cometa y la cápsula habían alcanzado el gélido espacio. Un par de tirones más tarde el celo cedía desacoplando la cápsula que realizaba una reentrada y abría el paracaídas con el primer contacto con la atmósfera. 30 segundos de caída que representaban el clímax de mis experimentos.


grillo en primer plano
En esta imagen se aprecia el abstracto dibujo en sus alas. Se puede observar una "P" invertida por la cual son bautizados como "Príncipes". Cuenta la leyenda que existen unos Carboneros con una "C", yo en un par de ocasiones he llegado a ver grillos con un dibujo diferente pero nunca una "C". Click en la imagen para hacer zoom.

Tras el aterrizaje quedaba la última tarea no menos emocionante, la recuperación de la cápsula y del nuevo astronauta-grillo que normalmente había aterrizado varias campas más allá. Después de recuperar la cápsula solía volver a la casa del grillo y dejarle una vez más en la puerta para que continuase con su vida y así pudiese contar a sus hijos que un día él fue al espacio.

Como cualquier otro programa espacial, esta agencia espacial no estuvo exenta de accidentes mortales...


cazador cazado
Cazador cazado. Alguién me sacó esta foto sin darme cuenta mientras yo intentaba disparar a algún grillo cantando. A mi derecha está la cámara preparada y tapada con un paraguas para protegerla del sol. La cámara está apuntando a la casa de un grillo y la foto la saco con mando a distancia, con el problema que conlleva enfocar antes de sacar la foto.

En Euskadi basta alejarse un poco de los núcleos urbanos para verse inmediatamente sumergido en el incansable canto de estas magníficas bestias. No importa que sea de noche o de día, su canto se mantiene mientras no llueva. Hay cientos de especies diferentes en el mundo, pero en el norte de la península ibérica tenemos el "gryllus campestris" (entre otros) y resulta ser la especie más bonita de todas, se me antojan animales pacíficos y estéticamente perfectos.

Algo que no hicieron mis astronautas durante sus viajes fue cantar y hacía muchos años que no veía uno cantar en su propia casa. Mi reto de este año no ha sido lanzarlos al espacio, pero intentar sacarles una foto realizando su cántico.


grillo cantando en primer plano
Me tiré un par de horas para conseguir esta foto. Como se observa en la imagen para cantar levantan las alas unos 45 grados y las mueven rozándolas con unas membranas. Una foto que vale millones (o una tarde de primavera). Click sobre la foto para hacer zoom

Cazarles es todo un arte. Da la casualidad (aunque creo que en la naturaleza no hay casualidades) de que el canto de los grillos tiene una longitud de onda igual a la distancia entre las orejas de los mamíferos. Esto dificulta enormemente ser localizadas porque perdemos el sentido de la profundidad en nuestros oídos, es equivalente a intentar juzgar distancias con un ojo cerrado.

De cómo cazarlos no hablaré en este post, no vaya a ser que acabéis con esta especie (en Inglaterra es una especie en extinción), tal vez cuando cace el último de la temporada me atreva a revelar este secreto de familia.

miércoles, mayo 13, 2009

Lier y Zimmer, la locura y la genialidad

La luz primaveral viene acompañada de la sonoridad matutina que despierta hasta las almas más perezosas. Algo que sufrimos como poco los desterrados en estas casas de cartón. Muchas veces maldecimos, otras menos lo bendecimos pues te obliga a aprovechar un bonito día soleado. Este año parece que Eolo se está apiadando de nuestras humedecidas almas.

Así que catapultados de la cama, nuestra última excursión nos llevó hasta un pequeño pueblo flamenco llamado Lier (33.000 habitantes), meca de almas eruditas ávidas de observar el arte mezclado con el ingenio. Y es que Lier no solo es un pueblo flamenco, también dispone del aparato mecánico que más me ha impresionado de este país. Hablo de la torre Zimmer.


Lier
Lier se encuentra a 40km al norte de Bruselas.

La torre de Zimmer (Zimmertoren o Tour Zimmer) fue construida por un belga relojero y astrónomo aficionado bastante maniático llamado Louis Zimmer. Como cualquier otro astrónomo amateur, se pasó la vida observando el cielo y las estrellas y como buen relojero también le entró la locura de buscar la periodicidad de todos los eventos que le rodeaban.


Lier
La catedral de Lier desde las afueras de la ciudad.

Lier Zimmer
La inigualable torre de Zimmer.

Posiblemente se trataba de un gran defensor del determinismo (ojo, pura especulación mía) entre cuyos máximos defensores se encontraba el mismísimo Einstein. Pensaban que si pudiésemos saber el estado y posición de todas las partículas del universo podríamos llegar a predecir el futuro y el pasado, llegando así a saber con antelación incluso las reacciones de las personas que nos rodean, y por lo tanto llegando a la horripilante idea de que cada uno tiene un destino siempre predeterminado. Algo que los astrónomos aficionados tendemos erróneamente a sentir con un cielo casi siempre tan predecible.

El caso es que la locura de Zimmer llegó tan lejos que se permitió el lujo de generar arte, arte tecnológico/mecánico. En una de las plazas centrales y más bulliciosas del país (es un pueblo muy conocido por su vida nocturna) se puede observar un reloj con 13 paneles (no debía de ser muy supersticioso), en los cuales se pueden ver desde la hora, hasta la des-sincronización de los días con la revolución alrededor del Sol, todo ello pasando por la posición de la luna y sus fases, las mareas, meses, estaciones, signo de zodiaco etc… Y todavía más increíble es entrar en su interior (por solo euro y medio) y ver en la primera planta el estudio astronómico que creó. Al entrar en la habitación oyes el “click clack” (como el principio de la película regreso al futuro) de cientos de relojes y te encuentras con un planisferio en el techo que se mueve a medida que van pasando las horas del día, y en las paredes, decenas de relojes donde vienen indicadas las posiciones de los planetas, sus rotaciones, las mareas en diferentes puntos del mundo, e incluso un reloj midiendo la precesión del eje terrestre, aguja que tarda la friolera de 28.000 años en dar una vuelta y que dicen que se trata de la aguja más lenta del mundo.


Lier Zimmer
En detalle los 13 diales, empezando por las 12 y en el sentido de las agujas del reloj los diales indican: (La fase de la luna (luna llena ese día), la periodicidad de la luna con respecto a los días del año (la aguja tarda 28 años en dar una vuelta), la diferencia de la hora oficial con respecto al retraso de la órbita terrestre (y por tanto los años bisiestos), constelación sobre la cual está el sol (zodiaco), no recuerdo, no recuerdo, La parte de la tierra que mira al sol en ese momento, el mes, el día del mes, estación del año, la marea, no recuerdo.

Lier Zimmer
Yo en el estudio astronómico, increible! A mi izquierda se ven las posiciones de los planetas, plutón está abajo y se mueve un centrimetro al año, a mi derecha la posición de la luna, y luego decenas de diales con decenas de cosas.

En el último piso se puede observar la mecánica del reloj principal de la torre, es simplemente y magníficamente impresionante, todo lleno de cables y engranajes, y lo mejor, todo controlado desde un ÚNICO reloj central, puro arte mecánico e ingenieril. Si el reloj se atrasa se retrasan todos los diales.

Einstein ha sido también uno de los personajes que visitó éste lugar, pero por desgracia para ellos y por suerte para nosotros, Einstein y Zimmer estaban equivocados, Heisemberg demostró años más tarde con la teoría del indeterminismo y la física cuántica que finalmente somos libres en nuestras elecciones gracias a esa aleatoriedad/ruido que tanto apreciamos al salir a la calle.

Zimmerman, ese genio-maniático-artista loco.

Volviendo al pueblo y siguiendo mi probablemente injusta escala de belleza, Lier me pareció un mini-Gante, con su canal en el centro, calles con adoquines, bicis de aquí para allí. Aunque tampoco le llega a su sombra. Lier dispone de una enorme catedral que llama la atención pero que nunca estará a la altura de las de Gante. Su plaza central (Grote Mark) está ensombrecida por un parking en el centro de la misma.

Con ayuda de las bicis nos desplazamos a los canales exteriores para hacer uso de un merecido descanso sobre la hierba y en compañía de los patos, cisnes y ¿¿un gallo??.


Lier
La plaza central y por desgracia... el parking a la derecha.

Lier
El canal pasando por el centro.

Lier
Esta foto me recuerda mucho a Gante, pero no, es Lier.

Lier
El canal que rodea la ciudad, allí comimos y descansamos.

Y finalmente buscamos en los supermercados infructuosamente una cerveza autóctona del pueblo (Caves) que en su día fue muy famosa y que ahora parece pasar por una mala racha. Al final la encontramos en un pub perdido después de varios intentos. Todos los pueblos de Bélgica parecen tener o haber tenido producción autóctona de cerveza y desde este momento hemos decidido que nos llevaremos de cada ciudad visitada un par de cervezas de trofeo.


Caves
El trofeo más preciado, la cerveza Caves hecha en Lier.

Y así volvimos a casa, con el tick tack del reloj de Zimmer en mi cerebro, 2 cervezas Caves made in Lier, y una multa de 15 euros por haber aparcado el coche 30 minutos de más, OUCH!

sábado, mayo 09, 2009

La ciudad conquistada por las fuerzas de otro planeta, Charleroi

Mi última excursión ocurrió muy cerca de Charleroi y aunque no viene recomendada en ninguna guía y tras ignorar la recomendación de mis compañeros de trabajo, me desvié en la autopista para entrar en una ciudad ... diferente. Mi inteción era la de hacer un pequeño reconocimiento y a poder ser cenar algo tranquilamente.

El nombre de Charleroi viene del Rey Carlos de España el cual renombró la ciudad durante su mandato y ocupación de Bélgica. Por aquel entonces fue escenario de batallas entre españoles y franceses, llegándo además a alcanzar suficiente importancia como para convertirse en la capital de este pequeño país. Durante la era industrial la ciudad creció y se enriqueció, se convirtió en una de las ciudades más fuertes y hoy día es la quinta ciudad más grande de Bélgica con sus 200.000 habitantes. Sinembargo no han sabido sacar provecho de esto (como por ejemplo ha hecho Bilbao) y en la actualidad las vistas de la ciudad quedan dominadas por horribles y viejas fachadas de edificios industriales con sus enormes chimeneas. El nombre de la ciudad vuelve a estar de actualidad desde hace unos pocos años gracias a que su aeropuerto militar reconvertido en civil y que es usado por una de las principales compañías de bajo coste que tenemos en Europa (Ryanair).

El centro de la ciudad no tiene nada destacable y tampoco se veía movimiento, tal vez porque era domingo, aun así la sensación de dejadez se aprecia en todas las esquinas, calles muy muy sucias, fachadas olvidadas y roídas, me fui sin cenar y sin ganas de volver.

Tras la visita, comentándolo con un amigo, me describió la ciudad como la ciudad conquistada por las fuerzas de otro planeta, y la verdad es que falta no le razón (;)). No se parece a nada que haya visto antes en este país. Por mi parte queda de momento nombrada como la ciudad más fea de Bélgica hasta nuevo aviso.


Charleroi
El ayuntamiento y el belfort de casi 100 años dominando el centro.

Charleroi
Calles sucias y olvidadas...

jueves, mayo 07, 2009

Un año después del robo, ¿volverás?

Como en una película de terror, abrí la puerta del portal y me encontré de frente con una nariz familiar, una nariz ya difícil de olvidar, la misma nariz aguileña que había grabado un año antes.

Aquella nariz continuó su marcha, andando, separando cada zancada hacia los lados al igual que los monos, o bueno, como si ... dejemosló ahí. Me quedé en la puerta dudando durante unos segundos, ¿estaba ese personaje parado en la puerta de mi portal o solo pasando?. Parecía fuera de lugar, como un barco en medio del desierto, llevaba gorro de invierno y las manos metidas en la cazadora, yo iba con pantalón corto y camiseta...

En realidad, salvo por la nariz y el color de piel (blanco como la nieve), no se me pareció a la cara que vi hace ya un año, decidí no darle mayor importancia, otra de esas tantas caras parecidas que he visto en otras tantas ocasiones estos últimos meses. Así que cerré la puerta y me puse andar a unos metros en su misma dirección, momentos después, como siempre que voy a ir a correr, giré a la derecha en el primer cruce y él continuó su rumbo en otra dirección.

Justo en el momento en el que el tipo desaparecía tras la esquina vi como se giraba para echar un vistazo hacia atrás pero no dió tiempo a cruzarnos las miradas, no se dió cuenta de que yo estaba mirándole pero probablemente vio suficiente para creer que yo me iba en otra dirección sin sospechar nada. Entonces se me erizó el pelo en la nuca, me paré en seco y me dirigí hacia la esquina por la cual había desaparecido.

Me paré allí y me puse a hacer estiramientos mientras le vigilaba. Entonces el tipo sin echar ningún otro vistazo y con la cabeza agachada se dio media vuelta y puso un pié en mi dirección (o hacia mi portal), empecé a sonreir, en cuanto levantó la cabeza y se topó con mis ojos se volvió a dar media vuelta como un resorte.

Así se alejó 3 calles más hasta que dobló una esquina sin volver a mirarme. Me quedé con la mosca, ¿se trataba del mismo ladrón que entró en mi casa?, si hubiese tenido que apostar diría que no, sinembargo éste tipo estaba buscando algo en mi portal.

Me quedé con las ganas de seguirle, pero no llevaba ni el móvil ni dinero, muy lejos no iba yo a llegar. Además creo que mi sonrisa le puso en sobreaviso como posible sospechoso, si estaba intentando entrar a robar en mi edificio seguro que no lo vuelve a intentar en unas semanas, mientras espera a que el tiempo haya borrado su descripción de mi memoria.

Volví a casa, cogí el móvil, y esta vez sí encendí la seguridad antes de salir. Así, con diez minutos de retraso, salí de casa con la misma intención que antes, correr un rato porque la fecha de la carrera de los 20km de Bruselas se está acercando peligrosamente.

¿Y lo peor de todo esto? Cuando el miedo se apodera de la población es que algo no funciona, y yo corro el riesgo de empezar a juzgar a la gente sin darles una sola oportunidad, hay algo en esta ciudad no funciona.

Al llegar a casa me llama un amigo que vive en la otra punta de la ciudad, le han entrado a robar hace unos minutos y que a ver qué hay que hacer, se lo toma con humor, él tiene peor historial que yo, en sus 4 años en Bruselas también le han entrado a robar en el coche y para colmo le atracaron en plena calle en el centro hace un año... No soy el que peor mala suerte tiene..., esto sí es una pandemia.

lunes, mayo 04, 2009

El circuito fantasma

Una barrera y una señal de prohibido el paso. Parece que últimamente todo el mundo se empeña en ponerme barreras y cada vez me siento más vigilado. Miro a los lados, no hay nadie. Meto la cámara en la mochila y la tiro por encima de la valla, ya no hay vuelta atrás, el siguiente soy yo.

La adrenalina empieza a bombear, los sentidos se agudizan al máximo, los ruidos llegan amplificados y tu imaginación empieza a jugarte malas pasadas. Oyes las hojas moverse y no van al ritmo del viento, las miras, oyes ramas partirse y tu cerebro proyecta imágenes de perros, lobos y osos detrás de los arbustos. Con la mochila en mi brazo derecho en forma de escudo (algo que aprendí de mis perros) avanzo y me escondo detrás de los taluds de tierra para evitar ser visto desde el exterior de las vallas.


Nivelles-Baulers Formula 1
La entrada prohibida.

Nivelles-Baulers Formula 1
Por si quedaba alguna duda... encima te disparan ¿no? :-D

Mis ojos buscan en el suelo rastros de animales para saber qué me voy a encontrar. Después de cinco minutos solo encuentro heces de pequeño tamaño. Me voy tranquilizando, me siento y saco un zumo y la cámara. El sol está bien alto, no hay nadie en los alrededores, bajo mis pies asfalto por el cual hace más de 30 años que no pasan coches.

Continúo mi recorrido, a pesar del descanso y del zumo la adrenalina no ha bajado, ahora lo que veo son policías belgas siguiéndome y me empiezo a inventar disculpas, me pregunto que dirían si me encuentran allí y les digo “me he perdido” con mi réflex en la mano. Sigo viendo reflejos y movimiento, me agacho, miro atrás, a la izquierda, todo silencio.


Nivelles-Baulers Formula 1
La última curva del circuito ha desaparecido completamente bajo estos montones de tierra.

Nivelles-Baulers Formula 1
Aventurandome detrás de un grupo de conejos me encontré una vieja rueda olvidada después de probablemente más de una década, increible.

Nivelles-Baulers Formula 1
Pianos rugosos a los lados, ya sin color. La naturaleza ya ha comenzado a reclamar sus dominios

Al final veo a los culpables, 3 conejos pasan corriendo a 20 metros de mí entre los arbustos que han ido ganando terreno en este asfalto ya olvidado, intento dispararles con la cámara pero ellos me han asustado casi tanto como yo a ellos y no acierto. Esto me tranquiliza, si aquí hay una familia de conejos entonces no va a ser tan fácil encontrarme con un perro de alma solitaria, pero sigo viendo policías.

Hace unas semanas fui a visitar Nivelles, sin embargo poco después de la visita, mientras me documentaba un poco de lo que había visto, me llevé un palo de esos que son difíciles de olvidar.

[intro personal]

Soy un pequeño fanático de la Formula 1. Ese normalmente aburrido deporte que a veces me produce gran excitación. Soy pequeño porque no soy un gran entendido del mundo del motor, y fanático porque soy de los que no se pierden una sola carrera, ni aunque tenga que levantarme en plena madrugada.

[Fin intro personal]

Hace 35 años, a las afueras de Nivelles se disputaron un par de pruebas de formula 1, algo que se me pasó totalmente por alto y que fui a remediar el pasado fin de semana con una visita de extranjis.

Al parecer por aquel entonces, los belga-franceses (valones) y los belga-holandeses (flamencos) seguían teniendo problemas de integración entre sí (algo que todavía no ha cambiado, que por algo se caracteriza la especie del homo sapiens). Estas eternas disputas hicieron que las envidias por un circuito de fórmula 1 se multiplicasen por mil. Los flamencos tenían el circuito de Spa-Francorchamps, para muchos a día de hoy sigue siendo el mejor circuito del mundo, impresionante entre los bosques y las montañas de las Árdenas, el más divertido por sus subidas, bajadas y curvas, y casi sobretodo el que dispone del tiempo más inestable (para variar) añadiendo así la salsa picante que tanto se echa de menos en este deporte.

Los valones muy orgullosos y envidiosos decidieron crear su propio circuito de formula 1, y lo hicieron al sur de Bruselas, se le llamó Nivelles-Baulers. Se trataba de un circuito muy pequeñito y muy muy seguro, tanto que los espectadores se encontraban demasiado lejos del espectáculo como para ver algo, todo lo contrario de lo que era Spa. Durante los años 1972 y 1974 se celebró allí el gran premio de Bélgica y las dos veces ganó el dios del volante Fitipaldi. Pero como cabía esperar, el circuito cayó en el olvido totalmente eclipsado por la gran magnificencia del circuito flamenco.


Nivelles-Baulers Formula 1
El circuito de Nivelles-Baulers.

Nivelles-Baulers Formula 1
El circuito visto desde satélite hoy en día. Link en google maps aquí

Pocos años después, algunos fanáticos de las cuatro ruedas todavía acudían al circuito para correr carreras ilegales. El gobierno belga con el fin de acabar con los accidentes de estos locos, transportó enormes montones de tierra sobre partes del circuito haciéndolo ya totalmente inviable y posteriormente alrededor del año 2000 fue demolido.

En la actualidad si se sabe donde mirar todavía se puede encontrar el circuito, sobre él mismo se ha construido un centro tecnológico y el 70% del circuito ha sido reasfaltado y acondicionado como una calle más. Sin embargo el otro 30% se encuentra oculto (y probablemente no por mucho más tiempo) tras unas barreras que resultaron más difíciles de saltarse por la conciencia que por su estado. Ese 30% del circuito se encuentra todavía luchando a la imparable acción del tiempo y la naturaleza. Es curioso ver el asfalto entre las decenas de madrigueras de los conejos que habitan en los alrededores.


Nivelles-Baulers Formula 1
Instantánea tomada en el año 1974

Nivelles-Baulers Formula 1
Instantánea tomada en el año 2009, me llevé una copia de la imágenen de arriba para obtener más o menos la misma instantánea 34 años, 356 después (del 12 de mayo de 1974 al 3 de mayo del 2009).

Nivelles-Baulers Formula 1
Pianos descoloridos

Nivelles-Baulers Formula 1
Alguna recta todavía queda casi completa pero algunos trabajos han empezado a sus extremos, poco tiempo les queda a los conejos que aquí habitan.

Armado con la cámara, puse los pies y las manos por ese asfalto que todavía hoy huele a formula 1 y durante unos minutos disfruté de la implacable acción del tiempo.