Mañana sábado 17 de Abril a las 10.00h debería estar en una carretera perdida en las cercanías de Toledo para lanzar una sonda de experimentos. ¿A donde? Al espacio.
Cuando me propusieron la idea hace dos meses me lo pensé durante un día y después la rechacé. Era un imposible, había tantas cosas que estudiar, que construir, que comprar, que montar y que probar. Con 6 meses tal vez sí, ¿pero con 2? ni hablar, tal vez el año que viene. Por alguna extraña razón que ya ni recuerdo al día siguiente acepté el reto.
Durante más de 1 mes he estado trabajando diariamente de 16 a 20 horas (8 horas en el trabajo). He aprendido un montón de cosas que no sabía ni que existían, he sufrido ataques de pánico, ataques de rabia, he dormido 4 horas algunas noches. Un trabajo titánico. Esto ha tenido también sus efectos negativos, llevo un mes sin tocar la guitarra, sin estudiar italiano, un mes descuidando a mi novia que ha tenido que vivir dos meses con aparatos desperdigados por el salón y con un novio sentado en una pantalla las 24h del día.
Con unas ojeras de caballo ayer me fui al trabajo con la maleta y medio laboratorio en la mochila. Mi mayor preocupación era la de cómo pasar el punto de seguridad en el aeropuerto con tantos aparatos encima. En el trabajo me pasé el día lleno de nervios, nervios por volver a ver a viejos amigos que hace 2 años que no veo, amigos del hobby de la astronomía, nervios por el experimento que íbamos a lanzar en dos días, nervios porque mi parte del proyecto es solo una parte que teníamos que integrar junto con otras 10 personas. Todos esperaban mi llegada puesto que el cerebro de la sonda se encontraba en mi mochila.
Y el caos llegó a Europa, me cerraron el espacio aéreo belga en las narices, apenas 1 hora antes de mi salida. Entonces me di cuenta de que todo el esfuerzo ha podido ser en vano. Lo imposible estaba pasando, pero peor que todo esto son las ilusiones de todo el equipo que me esperaba ya en Madrid para el espectáculo.
Increible, todo perdido. ¿Todo?. Por lo menos así me siento.
Hoy viernes debería haber ido al trabajo pues ya sabía que hasta el viernes por la tarde no podría volar, sin embargo no he tenido fuerzas, estaba derrotado, decepcionado, horrorizado. He soñado que llegaba a Madrid en el último momento pero que me olvidaba la sonda en Bruselas y que tenía que volver a por ella. He dormido 11 horas seguidas y creo que es la primera vez en un mes que duermo más de 8.
El lanzamiento ya ha sido cancelado, al igual que mi viaje a Madrid. Me han comentado que no lo cancelamos del todo, que en verano en Valencia lo volveremos a intentar, ¿y cual ha sido mi reacción? Pues de horror, me han venido a la mente otra vez el mes tan jodido que he pasado y no lo quiero repetir, me ha dado pavor. Luego lo he pensado mejor, en realidad la mayor parte del trabajo sucio está hecho, se supone que no tendré que volver a trasnochar trabajando ¿verdad?.
Este es la CPU de la sonda. ¿Os suena?, es en realidad un hermano directo de Franky, se llama Daedalus (yo no le puse el nombre). Es ideal para este proyecto porque es muy barato de encontrar de segunda mano, pesa muy poco, consume relativamente poco, no tiene un disco duro mecánico, tiene lector de tarjetas SD y gran cantidad de USBs (nosotros usamos cuatro para el proyecto). El sistema operativo es Ubuntu Server (para compartir muchas configuraciones y kernel con Franky que tiene la versión desktop de Ubuntu).
En esta foto se puede ver el ventilador, en realidad no hace falta pero durante el desarrollo mejor tenerlo ahí encendido evitando males mayores. A la izquierda arriba el cable amarillo (ethernet) no se usa durante el vuelo pero durante el desarrollo me conecto a daedalus por ahí. Arriba a la derecha se ve un teléfono móvil G1, es en realidad la radiobaliza con Android. Es 100% independiente del resto de la sonda y la he programado para hacer sus propias medidas GPS, orientación, temperatura y además enviar SMS cada 60 segundos para una vez la sonda caiga a tierra, sea capaz de enviarnos un SMS con su posición. La radiobaliza hay que protegerla muy bien para que en caso de fallo catastrófico (la sonda se estrelle) ésta sobreviva aunque no lo haga el resto de la sonda. Dentro de Daedalus por la parte izquierda muy cerca de donde va conectado el ventilador sale un puerto USB de los escondidos, ahí va conectada una webcam Philips 840k, webcam que usé hace 5 años como parte de mi proyecto fin de carrera y que además fue la que sacó las fotos al ladrón hace 2 años. Mucha historia tiene esta cámara. A la izquierda la placa azul es una Xbee capaz de transmitir datos a 80km de distancia (300dBm). A la derecha el circuito y conexión del GPS, un GPS muy especial
Aquí veis el GPS y la circuitería. Se trata en realidad de un USB al que le he robo los 5V para alimentar el módulo todo por el mismo puerto. El GPS es un 18LVC, de los pocos del mundo que son capaces de dar la posición correcta a alturas superiores a los 18Km, que es el límite impuesto en estos aparatos por ley.
Por lo menos el humor no ha decaido en la Campus Party en Madrid, desde donde todos me esperaban y han intentado montar la sonda sin mi parte. Fijaros en el detalle del postit con un volcán dibujado :-P
Ahora me toca parar un segundo y tratar de recuperar mi vida, empezando por escribir un poco en el blog, salir a cenar con Sarah, coger la guitarra, salir a correr, estudiar italiano... vaya... ya me estoy estresando otra vez... poco a poco.