domingo, mayo 30, 2010

Espejismos

A veces ves de lejos a alguien con el que hace muchos años que no te cruzas, te acercas y ... no es.

Hace un mes me pareció ver a mi primer profesor de francés en Bruselas, me acerqué y en el último momento me di cuenta de que no era, justo a tiempo. Una semana más tarde la misma situación en otro lugar totalmente diferente ¿Qué me estaba pasando?

La semana pasada cenando con Sarah en un pub cerca de casa, me pareció volver a verle, pero evidentemente tampoco era, entonces a Sarah le conté que durante el último mes me había parecido verle como 3 o 4 veces, se quedó algo mosca con la obsesión que me estaba entrando...

Como cada mañana (qué orgullo decir esto), me despierto en la calle con las playeras ya puestas y corriendo hacia el parque. En una de esas ya incalculables vueltas que hago al parque, tras una curva me pareció ver al profe cruzarse conmigo, se cruzaron nuestras miradas, fue menos de un segundo, me di la vuelta pero él ni se inmutó, continuó en dirección contraria, las dudas me llenaron, Sarah parecía tener razón, me estaba obsesionado con ese tío, pero ¿por qué ahora después de 4 años?

En la siguiente media vuelta cuando se acercó me dí cuenta de que sí que era él, venía con una sonrisa enorme y moviendo los brazos, me gritó "Eeeeitorrrrr, comme vaaa!!!, tres tres bien!!" para después seguir su camino alejándose en dirección contraria, todo muy rápido. Yo no salía de mi asombro, tal vez mejor persona que profesor aunque lograba que sus clases fuesen suficientemente amenas. ¿A qué había venido todo esto?, me hizo mucha ilusión encontrarme con él.

Desde entonces no me ha vuelto a parecer verle en ningún otro sitio, se pasó la obsesión, ni siquiera me lo he vuelto a cruzar por la mañanas corriendo. Recuerdo haber vivido situaciones parecidas en al menos otras dos ocasiones, como una despedida mal hecha, una última oportunidad para despedirse de alguien cuya vida se mueve hacia otra dirección completamente diferente.

¿Tendrá nombre esta paradoja? Es curioso las jugarretas que nos pega el cerebro.

viernes, mayo 28, 2010

Visita del Sser. Visita a las abadías trapenses

El otro día apareció por los fueros un viejo amigo de Bilbao centro (Ssergio), medio indio en caracter y expatriado (como yo) en identidad. Cervecero de experto paladar y compañero de fatigas en la uni, fue uno de los 3 que me enseñó que detrás de la cerveza hay en realidad un arte.

Puesto que este Sser ya se conocía Bruselas y Brujas de alguna vida anterior, decidí aprovechar su visita para hacer algo de turismo cervecero a lugares que nunca antes ninguno había visitado. Idea tan original que al final reconozco que no fue tan buena, abadías cerradas y tal vez demasiados kilómetros, se echó en falta un poco más de planificación por mi parte... pero por suerte eso era lo menos importante de esta visita :).

La excursión consistió en una visita a la abadía de Chimay donde además tienen un pequeño restaurante donde se pueden degustar sus cervezas, incluyendo una que no ponen a la venta (muy light). Después comimos en Dinant, uno de mis pueblos favoritos y que da entrada a las hermosas Ardenas belgas. Por la tarde tratamos de visitar la abadía de Rochefort, pero no la abren al público ni ofrecen nada para los visitantes, acabamos hablando con el amo de llaves que resultó ser castellano y entrando en la iglesia donde casualidad allí estaban todos los monjes orando. En el pueblo conseguí probar y hacerme por vez primera con varias botellas de la versión más light de la cerveza Rochefort, la número 6. El pueblo no es feo pero no merece la pena ir a visitar la abadía.

Os dejo con las imágenes.


Ssergio en Bélgica
Ida y vuelta nos comimos unos 300km. Más de la mitad fuera de autopistas.

Ssergio en Bélgica
La abadía Chimay imponente. Se puede visitar pero no dejan ver donde y cómo producen el elixir.

Ssergio en Bélgica
Los 4 tipos de cervezas diferentes que nos dieron a degustar. Las 3 más oscuras son las que se pueden encontrar en supermercados.

Ssergio en Bélgica
Antiguas botellas Chimay sin abrir. Vaya desperdicio... :-D

Ssergio en Bélgica
Ssergio entre todos aquellos que inventaros e hicieron crecer la cerveza. Me abstengo a hacer bromas :-D, un poco de respeto...

Ssergio en Bélgica
Entrada a la abadía Rochefort, imposible franquear la puerta sin la vestimenta de monje.

Ssergio en Bélgica
La iglesia de la abadía Rochefort, donde sorprendimos a la mayoría de los monjes de casualidad.

Ssergio en Bélgica
No nos hicimos ninguna foto juntos!! así que tiro de archivo, aquí los tres en Bilbao(notesé las baldosas) varios meses antes.

miércoles, mayo 26, 2010

Corriendo por la mañanas... decimonoveno intento.

Hace unos cuatro años empecé a correr 5km diarios todas las mañanas antes de ir al trabajo. Aquella rutina me duró casi un año completo y creo que pocas veces he estado más en forma como por aquél entonces (por lo menos desde que pasé la barrera de los 20 años). La gente me solía mirar con los ojos desencajados y la boca desorbitada si les decía que corría todas las mañanas, pero sin duda la mejor sensación de todas era la del vaso de zumo en la ventana después de la sesión matutina, todavía rebosando sudor, me sentía fuerte, me sentía sano. Media hora más tarde me subía a un autobús del trabajo lleno de zombies, y más despierto que una ardilla y con una sonrisa en la boca (todavía era becario) afrontaba el resto del día.

Cuando empecé a vivir con Sarah, todo mi planning diario se fue al garete y con él las ganas y el tiempo para ir a correr por las mañanas. En los últimos 3 años lo he intentado en 3 o 4 ocasiones sin éxito, se necesita motivación, algo de disciplina y sobretodo la ayuda de tu pareja, ¿qué tendrán las mujeres que consiguen que hasta el hombre más maniático del mundo cambie sus rutinas?

Algunos dicen que correr antes de desayunar es malo, yo les suelo responder que es todavía peor dejar el trasero atrapado en el sofá. Nadie jamás me ha sabido dar una respuesta correcta ¿Es malo correr sin haber todavía desayunado? Creo que la mejor respuesta es que cada uno tiene que hacer lo que su cuerpo le deja. Es tan malo para una persona correr 30 minutos si nunca ha corrido antes de la misma forma que correr por la mañana si nunca lo ha hecho antes. Nuestro cuerpo se va adaptando a nuestros estilos de vida, para el que corre todas las mañanas, esa es la mejor hora para su cuerpo. Probablemente la transición es lo más peligroso y difícil, cambiar de una vida sedentaria, o tal vez cambiar de ser un corredor nocturno a ser uno matutino.

Y por fin me atrevo a decirlo, ahora que llevo 5 semanas corriendo todas las mañanas, he perdido 2 kilos y veremos hasta donde me llega esta locura. El sentimiento del vaso de zumo por la terraza es irremplazable, sobretodo estos días que hace tan buen tiempo.

Mi sesión diaria son 5km en 30 minutos en dos parques cercanos incluyendo unos 10 semáforos que más o menos la mitad consigo saltarmelos sin esperar. En casa 15 minutos de estiramientos, relax, abdominales, lumbares, flexiones, y entonces el zumo en la terraza si el tiempo lo permite. Repito esta rutina 4 veces entre semana, el día de descanso lo decido sobre la marcha, el día que me cueste levantarme no voy, pero solo lo puedo hacer una vez por semana, es como un comodín. El fin de semana, si los planes lo permiten, procuro hacer una carrera algo más relajada de entre 5 y 10km (normalmente se queda en 8km).

Al igual que hace 4 años, empiezo a reconocer a la gente que corre a la misma hora que yo por las mañanas, vidas con las cuales te cruzas todos los días, gente anónima de la cual no conoces ni su timbre de voz, pero con los que al cabo de unos meses compartes sonrisa y acaban convirtiéndose en amigos silenciosos y disciplinados...

martes, mayo 18, 2010

Cuatro meses y vuelta a boxes.

Como cabía esperar la reparación de la tarjeta gráfica del portátil usando una pistola de aire caliente no ha resultado ser una solución definitiva.

El ordenador se ha portado bien durante unos 4 meses hasta que le empecé a estresar un poco. En un pequeño ataque ludópata (que me llega todos los años y dura una o dos semanas) encontré un juego que me regaló mi aita cuando tenía 9 o 10 años y que me trajo de uno de sus viajes a EEUU (Star Treck 25th anniversary). Con ayuda de un emulador de la Game Boy me teletrasporté al día de mi comunión, día que entre muchas otras cosas recuerdo que me pasé el dichoso juego por primera vez mientras mis padres me vestían y peinaban para el gran momento... A parte de la morriña inicial sobretodo de la música, el juego me resultó evidentemente aburrido. Como esta experiencia me había despertado el alma ludópata, empecé también a probar un remake del XCom llamado UFOAI. Esta pequeña sesión elevó las temperaturas de la tarjeta gráfica a valores rondando los 110 grados (En Idle está a 60 grados, en uso normal entre 75 y 80 grados, navegando con flash lo lleva a los 90 grados). Un par de días más tarde el ordenador comenzó otra vez con los síntomas de sobrecalentamiento hasta llegar al límite de no poder usarlo.

Volví a desmontar el ordenador y a desempaquetar la pistola de aire caliente para ver si se podía reparar una vez más. Este tipo de reparaciones es como ir a ciegas, no sabes si el problema es lo que tú crees que es, no tienes medios para comprobarlo, nadie te ha enseñado y no tienes experiencia, no sabes si lo que haces es correcto, no sabes cuanto tiempo tienes que hacerlo, demasiadas incógnitas. Esta vez he sido bastante más agresivo con la pistola hasta el punto de haber parcialmente derretido dos "sockets" de plástico y partido otro. Esto retrasó un poco el montaje posterior pero por fortuna no parecía haber roto nada de forma catastrófica y el ordenador se encendió una vez más sin dificultad aparente.

Desde esta segunda reparación han pasado ya dos semanas y el ordenador se sigue comportando bien. Las temperaturas de funcionamiento no han cambiado así que sé que a este ordenador no lo podré volver a extresar a menos de que tenga ganas de volver a perder una tarde en reparar la maldita gráfica.

Mientras tanto sigo esperando a que me reparen mi ordenador “nuevo”, que compré en navidades y que he podido usar solo 2 días y aguantar 3 reparaciones. Sigo esperando, qué pesados los de ACER, pero esa historia todavía no ha acabado así que todavía es pronto para contarla.