jueves, marzo 31, 2011

Una de mini-proyectos

Hace unos meses mis sobrinos encontraron una puerta escondida en la casa que tenemos en el campo en las cercanías de Bilbao. Tras esa puerta encontraron nuestros juguetes olvidados, muchos de los cuales tienen ya más de 20 años. Para ellos entrar allí debe de ser un lo más parecido a la cámara del tesoro. Juguetes y cacharros probablemente desfasados y pasados de moda, pero eso a los niños (de momento) les da igual pues son diferentes a nada que hayan visto antes y probablemente de lo que verán en el futuro.

Tras forzar a mi aita para que montase un pequeño circuito de Scalextric se llevaron un buen disgusto, los coches no eran capaces de andar más de 1 metro y las pistas estaban totalmente destrozadas por la humedad, el polvo y el olvido.

Por alguna razón mi aita decidió darle un lavado de cara y tras varias horas de diseño compró por Internet y en tiendas de segunda mano varias pistas y coches, lo que mi madre yo pensábamos se convertiría en un circuito mejorado y conociéndole, sobredimensionado, se ha convertido en una maqueta en toda regla. Esta imagen lo dice todo, aquí la maqueta está todavía a medias...


Slot cars
Haz click en la imagen para hacer zoom. La maqueta se encontraba todavía sin terminar pero os podeis hacer una buena idea.

El circuito se guarda en vertical como si de un armario-cama se tratase. ¿Cómo podría yo contribuir? En mi caso me he gastado mis buenas horas intentando dotar de luces a los coches, prácticamente cada coche lleva una evolución del sistema de iluminación (no he hecho dos coches iguales), he probado de todo, luces de frenado, luces solo de iluminación, luces que se mantengan encendidas al quitar la corriente... Al final los coches más bonitos son los más simples, los que simplemente llevan una resistencia y un diodo LED de alta intensidad por faro. Lo mejor de todo ha sido retomar los apuntes de electrónica analógica y jugar con un poco con diodos y condensadores...

Ahora tendremos la friolera de unos 10 coches, sin embargo con los que mejor nos lo pasamos siguen siendo con los más viejos. Tras una buena limpieza aquí os dejo como ha quedado uno de ellos tras la incorporación de las luces. Nótese que los pequeños faros de delante llevan LEDs con encapsulado SMD. Toda una odisea soldarlos.


Slot cars lights
Haz click en la imagen para hacer zoom. Este coche tiene más de 25 años y es uno de los dos coche originales. Audi Quattro.

Y por supuesto no pude resistirme a hacer algunas fotos de larga exposición por la noche...


Slot cars lights
Haz click en la imagen para hacer zoom. Foto del circuito de larga exposición y a oscuras. El circuito ha sido iluminado por un solo coche dando dos vueltas completas al circuito.

Slot cars lights
Haz click en la imagen para hacer zoom. En este caso una sola pasada con el Audi de los 4 focos y la lente de 8mm.

lunes, marzo 28, 2011

Ruptura espacio-temporal en los dos Universos Paralelos.

Vivir en el extranjero e intentar mantener una relación con las amistades y la familia es como vivir en un Universo Paralelo, ¿¿¡¡Qué!!?? Espera, déjame explicarme.

Cuando te vas a vivir a otro país empiezas totalmente de cero y posiblemente tu imagen pueda llegar a ser radicalmente diferente de aquella que tenías en el Universo original, universo en el que te criaste.


Plaza Ambiourix en Bruselas
Haz click en la imagen para hacer zoom. Imagen tomada en el centro de uno de mis dos Universos. (Un pequeño parque llamado Ambiourix en Bruselas situado a unos 5 minutos de casa). La primavera parece haber explotado ya en algunas plantas :).

No todo el mundo que viene a vivir a Bruselas vive la paradoja de tener dos vidas y creo que son las personas que más me llaman la atención. Hay muchísima gente aquí que ha roto con todo de allí de donde vienen, en muchos casos solo les queda una pequeña familia en algún pueblo perdido de algún extraño país. Esta gente no tiene remordimientos a las aventuras y viven el presente. Son vidas igualmente duras o más de aquellos que intentamos mantener una doble vida (que creo que somos la mayoría hasta cierto punto, pero no la gran mayoría).

Vivir en dos universos diferentes y de forma paralela como es mi caso tiene muchas ventajas y muchas desventajas, las cuales no voy a explicar pero os podéis hacer una vaga idea.

Conforme los años van pasando, se puede observar como los Universos divergen, tu personalidad va evolucionando, es normal, sin embargo tu imagen en el Universo original se estanca. En cada uno de ellos tienes una vida totalmente diferente, motes diferentes, amigos diferentes e incluso costumbres diferentes.

Por norma general no hay comunicación entre los dos Universos. No importa lo que hagas en uno de ellos, no importa cuanto tiempo pase, las noticias no llegan de un lado a otro a menos de que te las lleves tú con ellas. (Véase que supuestamente dos universos no pueden tener comunicación entre sí o se produciría una paradoja espacio temporal que haría que el Universo implosionase o que tú simplemente caigas desmayado, ver explicación de la mano del Doctor Brown).

El fin de semana pasado ocurrió una paradoja “espacio-temporal” entre mis dos Universos, tal vez un rebote o una pequeña fuga. Aquella noche salí con un viejo amigo por una de esas macrofiestas que hay casi semanalmente en Bruselas y a las cuales por razones de … la vida… ahora frecuento infinitamente menos que hace unos años. Después de bailar un rato, intentar hablar otro tanto con la música a tope y empezar a desear volverme a casa, una chica me señaló y me llamó por mi nombre. En ese momento sentí como si se hubiese roto una vasija y una corriente de agua fría inundase la sala. Si bien a penas conocía a la chica más que de vista y de haber hablado con ella un par de veces, la sensación de ver una cara conocida perteneciente al Universo equivocado es una sensación normalmente agradable y difícil de explicar. Esta sensación la vivo cada vez que una cara conocida viene a visitarme a Bruselas, sin embargo cruzarme con alguien por casualidad es una sensación amplificada, no importa que no conozcas a esa otra persona más que de vista, es como encontrar una isla en medio del océano.

En estas macrofiestas la nacionalidad es lo de menos, de hecho se podría describir como una bolsa de Universos dobles interaccionando entre sí en los cuales una fuga entre sus dobles vidas puede, estoy seguro, provocar una verdadera paradoja que puede acabar tal y como describe el Doctor Brown y esta vez sin exagerar, uno de los dos Universos implosiona provocando la destrucción de uno de ellos, o acabar en un simple desmayo.

El Universo es, después de todo, un pañuelo y tarde o temprano las esferas se acaban por cerrar. (Esto solo es aplicable en universos curvos)

Ha sido la primera vez que me cruzo con alguien de mi propio pueblo (Santurtzi) en medio de mi actual pueblo (Bruselas) sin por supuesto saber que esta persona (y viceversa) vivía aquí. ¿Cuánta gente más habrá de mi lugar de origen por aquí?

Añadir que en mis primeros meses en Bruselas me crucé a una persona de Portugalete visitando un museo en Brujas pero fue un cruce diferente, un cruce de turismo no de "vivir".

martes, marzo 22, 2011

La primavera se asoma por la ventana

Los días se van haciendo más largos a pasos gigantescos. La entrada esta noche en la primavera da lugar a días oficialmente más largos en Bruselas que en el resto del sur de Europa hasta el próximo otoño. Aunque por desgracia no significa que aquí vayamos a tener días más soleados. Para variar a esta primavera parece que hemos entrado por la puerta grande, con cielos azules.

La semana pasada la primavera ya se asomó por la ventana de mi coche y tuve que parar en el arcén y casi sin aliento sacar la imagen que aquí os traigo.


Arcoíris doble
Haz click en la imagen para hacer zoom. Imagen tomada con la lente de 8mm (Samyang) que fervientemente recomiendo a todos los aficionados a la fotografía que dispongan de un presupuesto limitado.

Fijaros bien en la imagen porque hay mucha ciencia detrás de ella. Todos hemos visto alguna vez un arcoíris doble (aunque no recuerdo haber visto los dos completos). Estoy seguro de que todos conocéis más o menos la historia detrás del arcoíris principal, pero ¿cómo se forma el segundo?

El primero se forma cuando la luz del Sol atraviesa una gota esférica. Al entrar en la gota, la luz se refracta una vez, y al salir se refracta una segunda vez, cada color de la luz tiene propiedades de refacción diferentes y por eso se descompone y se forma el acoíris. Sin embargo en esta segunda refracción dentro de la gota parte de la luz se refleja como un espejo (por eso las piscinas iluminadas en verano parecen brillar de noche) y sale refractada una vez más en otra dirección dentro de la misma gota, este segundo arcoíris es un “espejo” del primero y por ello si os fijáis en los colores notaréis que están invertidos en el secundario. Como es una minoría la luz reflejada (la mayoría se refracta formando el arcoíris principal) el arcoíris secundario es siempre bastante más débil.

Pero espera que todavía hay más. Fijaros en esta segunda imagen, es la primera imagen aumentada. Los más avispados os habréis dado cuenta de que si la luz se puede reflejar una vez dentro de la gota, ¡se podrá reflejar muchas más veces y por tanto aparecer muchos más arcoíris!. Efectivamente esto es así, los siguientes arcoíris se les llama “superluminarios” y algunos tienen la mala suerte de caer casi encima del primer arcoíris, estos arcoíris de órdenes de magnitud ya más elevadas provocan que en el arcoíris principal se puedan ver varios colores repetidos.


Arcoíris superluminario
En este zoom en la imagen se puede intuir donde se encuentra el arcoíris superluminario como una pequeña banda más brillante debajo del último color en el arcoíris principal. La próxima vez procuraré hacer zoom a ver si lo cazo mejor...

Pero esperen, que todavía hay algo más impresionante en todo esto. Si os fijáis por dentro del acoíris la imagen parece más iluminada. ¿Se puede ver esto con los ojos? Sí, a este efecto se le llama la “banda de Alejandro”, al parecer la luz al ir atravesando de gota en gota pierde fuerza a partir de ese ángulo crítico donde acaba el arcoíris. Por tanto el arcoíris es en realidad la frontera de la oscuridad. ¿Intentaréis fijaros en esto la próxima vez que veáis un arcoíris? Probablemente no os de tiempo a todo.

Este arcoíris que posiblemente cerró mi último invierno en Bruselas, apareció tan solo una hora antes de la puesta de sol y bajo una pequeña tormenta de gotas bien gordas provocando un espectáculo impresionante (cuanto más bajo está el sol, más alto se ve el acoíris). Sacar la foto fue toda una odisea pues no tenía ni la cámara a mano ni la lente preparada, y cuando sabes que probablemente tienes menos de 30 segundos para hacer algo normalmente las prisas te hacen tardar el doble de tiempo en prepararte.

Impresionante regalo de la naturaleza, y yo a veces me pregunto, sea quien sea el que o lo que ha “diseñado” este Universo, si es que alguien lo ha diseñado, a caso tuvo que toquetear algunos parámetros de este Universo para sacar maravillas como esta, o ¿de verdad esto es fruto de la casualidad que ni si quiera el diseñador se esperaba? Y de aquí ya entramos en la filosofía pura, ¿Puede este supuesto “diseñador” apreciar este tipo de cosas? ¿Ha sido nuestro Universo realmente diseñado por alguien? ¿Quién ha diseñado al diseñador? ¿Qué fue primero el huevo o la gallina?.

viernes, marzo 11, 2011

El ascensor más grande del mundo está en...

... Bélgica. (Que no el más alto).

Aquí en el centro de Europa es difícil encontrarse con un río natural, todo o casi todo son canales y todos los caudales están controlados mediante esclusas en los cuales los barcos pueden ir remontando los ríos. Pero no solo eso, para ir de país en país y de ciudad en ciudad, un solo río no sirve de mucho y la única solución es la de interconectar todos los ríos. Es muy fácil decirlo, pero mover ríos no es nada sencillo y todavía menos si consideramos que la mayoría de todas estas obras se hicieron entre los años 1800 y principios del 1900.

Hay diferentes soluciones para unir los ríos, evidentemente lo primero que hay que hacer es acercar los dos cauces, que a veces es tan sencillo como excavar un poco y dejar pasar el agua, pero otras veces requieren obras de ingeniería impresionantes, como la del Pont du Sart (ver mapa) que mide la friolera de más de medio kilómetro de largo y se encuentra al sur de Bélgica entre las ciudades de Mons y Charleroi. Lo primero que viene a la mente al ver este acueducto es que probablemente se necesite inventar un nuevo nombre para estos ríos-puente. Éste no es el acueducto más grande del mundo, hay muchos otros por el centro de Europa, cada cual más increíble.


Puente de Sart
La imagen no la he obtenido yo. La he cogido prestada de aquí

Puente de Sart
La imagen no la he obtenido yo. La he cogido prestada de aquí

Una vez salvado el escollo de acercar los ríos, hay que salvar la altura entre ellos. La mayoría de las veces se hacen con esclusas. Para levantar el barco lo único que hay que hacer es llenarlo con agua del río situado más arriba. Para bajar el barco se vacía la esclusa en el río de abajo.

El problema en Bélgica es que los dos ríos más importantes (Mosa y Escalda) tienen una diferencia de altura entre sus cauces de 73.15 metros. Crear un sistema de esclusas además de ser demasiado caro y largo (se calcularon 90 esclusas), desestabiliza totalmente los ríos pues la cantidad de agua necesaria para mover un solo barco sería tanto como llenar una bañera de 73.15 metros de altura. ¿Cómo resolver este problema?

Hay varias soluciones, pero en Bélgica se decidió por un sistema que no perdiese prácticamente agua, se trataría de un ascensor con bañeras amarradas a contrapesos. No importa cuanto pese el barco, si éste flota dentro de la bañera y el agua se mantiene al mismo nivel, el peso total (según Arquímedes) será siempre el mismo. De esta forma se construyó en Bélgica el ascensor más grande del mundo, el ascensor Strépy Thieu y se encuentra a pocos metros del acueducto que os he enseñado antes. La construcción duró 20 años y entró en servicio en el año 2002.

Estas fotos (aunque no muy buenas) sí son mías. Me da pena porque en ellas no da la verdadera sensación de majestuosidad que presenta en vivo. Si buscáis por Internet probablemente encontréis fotos mucho más interesantes.


Strépy Thieu
Desde abajo...

Strépy Thieu
Desde el punto de vista de los barcos arriba...

Pero, ¿Y antes del 2002?, hace más de 100 años se crearon los primeros ascensores entre estos dos mismos ríos, dividieron todo el sistema en 4 ascensores de casi 20metros cada uno y que actualmente todavía pueden ser visitados. Se dejaron de usar porque evidentemente eran muy pequeños y no permitían prácticamente el paso de cargueros, el nuevo ascensor sin embargo se hizo suficientemente grande para cumplir con los tamaños más grandes para la navegación entre esclusas por el centro de Europa. Hace más de 50 años estos viejos ascensores se quedaron obsoletos, pero son obras de la ingeniería de hace ya dos siglos, ahora son monumentos de la UNESCO, más información aquí.


Ascensores del Canal del Centro
Ascensor 1

Ascensores del Canal del Centro
Ascensor 2 desde abajo

Ascensores del Canal del Centro
Ascensor 2 desde cerca

Ascensores del Canal del Centro
Ascensor 2 desde arriba

Ascensores del Canal del Centro
Ascensor 3 desde el ascensor 2.

Si bien para los más curiosos e inquietos merece la pena salirse de la autopista y contemplar este mastodonte de casi 100m de altura elevando barcos, no recomiendo perder mucho más tiempo en él pues no hay mucho que ver. Desaconsejo totalmente la visita a su interior pues lo único interesante son los motores pero te tienes que tragar una larga visita de varios vídeos sobre la historia de Bélgica. Está claro que no es un lugar para turistas si no para la visita de colegios.

Por cierto, os dejo con un acertijo. ¿Cuantos barcos máximo o como de máximo podría pesar un barco para permitirle cruzar el acueducto? ¿Se os ocurre como debería ser calculado? La respuesta es muy curiosa ;)

miércoles, marzo 09, 2011

Aventuras nocturnas

Estos hechos acaecieron (tributo a chacal) hace unos tres años, sin embargo son una de tantas aventuras que uno no cuenta, tal vez para no preocupar a amigos y familiares en su día, pero a falta de aventuras como ando últimamente, el tiempo la ha suavizado tanto que hoy día a veces la cuento como una de tantas anécdotas que han poblado mi estancia en estas lejanas tierras.

Una noche invernal del 2008, en las entrañas de la ciudad de Bruselas, me encontraba dentro de un enorme pub con la música al máximo y posiblemente un par de cervezas de más. A esta fiesta me habían traído en coche y como me pasé todo el viaje hablando con el resto de pasajeros no me enteré ni si quiera de donde me encontraba.

Después de unas horas me entró el bajón y solo me apetecía irme a casa, el grupo estaba bastante disgregado, era una de esas noches en las cuales eres el único que no disfruta, que no se relaciona. Así que le dije a uno de mis compañeros que no aguantaba más y que me iba a tomar el aire. Fuera me esperaba la madrugada gélida acompañada de la lluvia y no se me ocurrió mejor idea que la de volver a casa a pié para despejar las ideas. Pero... ¿en qué dirección?

Durante mis primeros años en Bruselas para moverme por la ciudad por lugares que no conocía me paraba en las paradas de autobús donde un mapa te indica la posición con un “Vous etes ici” (Usted está aquí). Tal vez no fuese un método muy eficiente, pero durante mis travesías en bici se volvieron muy eficaces. Con un mapa y con una brújula (siempre la tenía en mi llavero) puedes llegar a cualquier sitio.

Así que siguiendo mi instinto me dirigí a la primera parada de autobús que casualmente se encontraba a escasos metros de la fiesta. Allí me perdí en el mapa de aproximadamente 1m2 y después de 5 minutos no fui capaz de encontrar el signo de “Vous etes ici” ni el nombre de la parada que parecía haber sido arrancado de cuajo.

Entonces vi que un grupo de tres jóvenes mujeres se acerca por la otra acera en dirección a la fiesta. Sin pensármelo crucé (se trataba de una calle vacía de transeúntes pero bastante transitada de coches) y la conversación siguió tal que así:

  • (En francés). Disculpen, ¿hacia donde debo ir para llegar al centro?
  • (Esta pregunta es comodín porque con ayuda de la brújula y con esa información sabes automáticamente en que sector de la ciudad te encuentras).
  • (En inglés). No hablamos francés.
  • (En inglés). Disculpen, ¿hacia donde ir para ir al centro?
  • (En inglés). Por favor no nos moleste, pregunte a los que vienen detrás.

Con la cara todavía estupefacta, esperé a que el siguiente grupo de personas, formado por cuatro de hombres de aspecto occidental y posiblemente más jóvenes que yo.

  • (En inglés). Disculpen, ¿hacia donde ir para llegar al centro?
  • (En francés). No hablamos inglés.
  • (En francés). Podrían indicarme hacia donde está el centro.
  • (En francés). Idiota ni siquiera sabes hablar francés correctamente.

...Y continuaron en dirección hablando entre ellos y riendo de cosas ininteligibles alguna probablemente dirigida a mi.

Resignado volví a la para de autobús, tal vez debería haber vuelto a la fiesta pero eso me hubiese llevado por lo menos otro cuarto de hora (era una de esas macrofiestas llenas de gente que tardas horas en cruzar). Así que volví a la estación a buscar al menos la línea de autobús.

Mientras andaba descartando sectores se paró un coche a mi altura, en frente de mi se encontraban otra vez los 4 franceses con la sonrisa de oreja a oreja.

  • (En francés). ¿Eres español? Pu* España, pu*s e idi*s seais todos. (Acompañado de las risas de todos).
  • (En castellano). ** ** (insultos que no recuerdo), dejarme en paz ** (más insultos)

Me dijeron algún insulto más pero se empezó a formar cola y los coches les pitaban, se marcharon.

Volví a concentrarme en el mapa y la sensación de inseguridad comenzó a apoderarse de mi. Otra vez me interrumpió el claxon con la música e insultos en francés. Me dí la vuelta y mis dos cervezas de más no me permitieron mantener la boca cerrada, entonces alguno sentado atrás hizo mención de bajarse del coche pero se vieron obligados a marchar rápido, el tráfico ese día estaba a mi favor.

Algo me decía que volverían, pero no tenía ni idea todavía de hacia donde escapar. Por pura casualidad identifiqué la línea de autobús y con la ayuda de la brújula podría identificar en pocos minutos la calle en la cual me encontraba pero no me dio tiempo, volví a escuchar la música del coche y esta vez pasó de largo, aparcó a unos 30m y se abrieron todas las puertas.

No esperé ni un segundo más puse los pies en polvorosa. Teniendo ya una ligera idea de hacia donde se encontraba el centro me metí en la primera calle perpendicular. Justo antes de cruzar la esquina escuché varios claxon sondando, y la curiosidad me pudo, eché una última mirada, solo dos me perseguían y mientras tanto el coche intentaba dar media vuelta.

A partir de aquí no recuerdo muy bien como fueron ocurriendo las cosas, la adrenalina bombeando por los cuatro costados, hoy me hace mezclar todas las sensaciones e imágenes de aquellos momentos, la única idea que tenía en la cabeza era la de coger el mayor número de calles en sentido contrario que me fueran posibles y más o menos en la dirección hacia el centro, supongo que la idea me la dio la última imagen del coche medio atascado dando la vuelta.

Después de varios cruces dejé de escuchar los pasos de los perseguidores y aquí empezó la persecución psicológica. Con ayuda de la brújula me fui en dirección al centro por calles por las cual nunca antes había estado, me escondí un par de veces cuando ví aparecer algún coche a lo lejos, quería llegar a alguna zona más concurrida pero a esas horas probablemente incluso la Grand Place hubiese estado vacía.

Algo más de una hora después llegaba a casa, aproximadamente cuando me llamaron los que se habían quedado en la fiesta.

Ahora, tres años más tarde, conozco suficientemente bien esa zona de Bruselas, sin embargo nunca jamás he vuelto a saber donde se encontraba aquél pub exactamente. Mis amigos no se ponen de acuerdo pues mezclan aquella noche con muchas otras. Posiblemente ese pub ya no exista.

Hoy en día todavía llevo la brujula totalmente desgastada en el llavero. Ya casi no tiene utilidad alguna puesto que los móviles con GPS nos han quitado esta sensación de estar perdido en medio de la nada, pero uno no sabe cuando se va a quedar sin batería...